Evangelio - Historia y Reflexión...

Den limosna y lo tendrán todo limpio Lucas 11,37- 41

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

San Ignacio de Antioquía

Dios eterno y todopoderoso, que has querido glorificar a tu Iglesia con el testimonio de los mártires, concédenos que el glorioso martirio que mereció a san Ignacio una corona inmortal, fortalezca cada vez más nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo.

Gálatas 5,1-6 Lo que cuenta es una fe activa

Salmo responsorial  118  Señor, ten misericordia de mí.

Lucas 11,37- 41  Den limosna y lo tendrán todo limpio. “En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo: Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. Insensatos ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”

S. Ignacio de Antioquía (50-107) Pertenece al grupo de los llamados «Padres apostólicos». Fueron los sucesores inmediatos de los apóstoles con los que estuvieron más o menos en contacto. Ellos representan la primera generación de escritores cristianos después de los autores del Nuevo Testamento. Se le considera como «el segundo en la sucesión de Pedro en el episcopado de Antioquía» (Eusebio). Sufrió el martirio durante la persecución de Trajano. Escribió siete cartas mientras se dirigía a Roma camino del martirio. En la que dirige un mensaje a los cristianos de Roma: «Soy trigo de Dios y soy molido por los dientes de las fieras para mostrarme pan puro de Cristo». Tuvo gran influencia en la Iglesia. Eusebio escribe de él en el siglo IV: «El hombre más célebre para muchos todavía hoy”

Comiendo con Jesús

¿Por qué nos fijamos en la presentación exterior cuando lo más importante es la interior?

Apreciamos lo externo

EL EXITO COMIENZA CON LA VOLUNTAD

Si piensas que estás vencido, lo estás.

Si piensas que no te atreves, no lo harás.

Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.

Si piensas que perderás, ya has perdido, porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre.

Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido, y muchos cobardes han fracasado, antes de haber su trabajo empezado.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.

Piensa en pequeño y quedarás atrás.

Piensa que puedes y podrás.

Si piensas que estás aventajado, lo estás.

Tienes que pensar bien para elevarte.

Tienes que estar seguro de ti mismo, antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana, es aquél que creyó y tuvo fe en Dios que podía hacerlo poder hacerlo.

Necesitamos purificarnos

·         Desde el corazón con los sacramentos y la oración.

·         Sin estar viendo tanto la apariencia de los demás.

Y le pregunté a Dios:

¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres? Y me respondió esto:

Que se aburren de ser niños por la prisa de crecer, y luego suspiran por regresar a ser niños.

Que primero pierden la salud para tener dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud.

Que por preocuparse tanto por el futuro, descuidan su presente, con lo que no viven el presente ni el futuro.

Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido.

No a la hipocresía

Dios usa…

Dios usa la soledad para enseñar la convivencia.

Usa la rabia para mostrar el valor infinito de la paz.

Usa el tedio para resaltar la importancia de la aventura y del abandono.

Usa el silencio para enseñar sobre la responsabilidad de las palabras.

Usa el cansancio para que se pueda comprender el valor del despertar.

Usa la enfermedad para resaltar la bendición de la salud.

Usa el fuego para enseñar sobre el agua.

Usa la tierra para comprender el valor del aire.

Usa la muerte para mostrar la importancia de la vida.

La nueva Ley

Lo que importa no es el maquillaje, sino lo que somos por dentro.

No esperes

No esperes una sonrisa para ser gentil.                    No esperes ser amado para amar.

No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo.

No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quien está en tu vida.

No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar.

No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo.

No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida.

No esperes la persona perfecta para entonces enamorarte.

No esperes el dolor para pedir perdón. No esperes elogios para creer en ti mismo

No esperes la separación para buscar la reconciliación.

No esperes el dolor para elevar una oración

No esperes tener tiempo para servir.

No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tu haz sido el culpable

No esperes el yo también para decir te amo

No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre.

No esperes el día de tu muerte si aún no haz amado la vida.

Entonces. ¿Qué estas esperando?