Evangelio - Historia y Reflexión...

Muchacho, a ti te lo digo, levántate Lucas 7, 11-17

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman.  Por nuestro Señor Jesucristo...

1 Corintios 12, 12-14. 27-31 Ustedes son el cuerpo de Cristo.

Salmo 99 Somos su pueblo y ovejas de su pueblo.

Lucas 7, 11-17 Muchacho, a ti te lo digo, levántate “En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: “Joven, yo te lo mando: Levántate”. Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”

San Jenaro

San Jenaro, patrón de Nápoles, es famoso por el milagro que generalmente ocurre cada año desde hace siglos, el día de su fiesta, el 19 de septiembre. Su sangre, se licua ante la presencia de todos los testigos que deseen asistir. 

Dios visita

Dios siempre quiere la vida

Hoy en día

·         Se busca la muerte. Se quiere vivir en la muerte

·         Se busca la agresividad, dominio y explotación.

·         Nos cuesta mucho vivir en la libertad y solidaridad

·         Buscamos destruir al otro y quitar al otro para crecer.

·         Vemos con asombro la compra de armamentos.

·         El crecimiento de niños abandonados en las calles

·         De ancianitos completamente en la miseria.

LA FORTALEZA DE UN HOMBRE

La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.

La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón.

La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.

La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.

Los cristianos

Tómate tiempo para trabajar, Porque es el precio del éxito

Tómate tiempo para pensar, Porque es el manantial de la fuerza

Tómate tiempo para jugar con tus hijos, Porque es el secreto de la juventud

Tómate tiempo para leer, Porque es la base de la ciencia y de tu conocimiento

Tómate tiempo para ser amable, Porque es la fuerza de la felicidad

Tómate tiempo para amar, Porque es el verdadero placer de vivir

Tómate tiempo para estar alegre, Porque es la música del alma

Pero sobre todo y sobre todas las cosas tómate tiempo para hablar con tu creador tu Dios, pues es terminar de BUSCARTE pero comenzar a DESCUBRIRTE

Cuando tu día empieza...

Da gracias por despertar

Da gracias por tu cuerpo saludable

Da gracias por tu mente activa

Da gracias por tu vista sana

Da gracias por tu corazón que late

Da gracias porque Dios te cuida.

            Y luego de eso, pide lo que necesites, verás que no hay mucho más que pedir. Tenemos tanto y agradecemos tan poco, decídete a vivir tal y como eres y con lo que tienes, y siempre da las gracias por lo que tienes antes de pedir lo que necesitas.

EL EXITO COMIENZA CON LA VOLUNTAD

Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.

 

Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido.

Muchos cobardes han fracasado, antes de haber su trabajo empezado.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo, antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más
ligero,
El hombre que gana, es aquél que creyó y tuvo fe en Dios que podía hacerlo.

Oración después de la Comunión

Tú que nos hecho partícipes de la vida de Cristo en este sacramento, transfórmanos,

Señor, a imagen de tu Hijo, para que participemos también de su gloria en el cielo.