Evangelio - Historia y Reflexión...

Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista Marcos 6, 17-29

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

El Martirio de San Juan Bautista

Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista para preparar, con su predicación y ejemplo, la venida de Cristo y dar con su muerte testimonio de la verdad y la justicia, concédenos, por su intercesión, anunciar y atestiguar con nuestra vida toda la verdad del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo...

2 tesalonicenses: 2, 1-3. 14-17

Salmo 95 Alégrense los cielos y la tierra.

Marcos: 6, 17-29 Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista “En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo. La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?". Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre. Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron”

La sangre de ayer. Hoy semilla de cristiandad

Un hombre cayó en un pozo y no podía salir

Una persona OPTIMISTA se acercó y dijo: "Las cosas podrían estar peores".

Una persona PESIMISTA se acercó y dijo: "Las cosas van a empeorar".

Un FARISEO se acercó dijo: "Sólo la gente mala cae en el pozo".

Un FUNDAMENTALISTA se acercó y dijo: "Mereces estar en el pozo".

Un MATEMÁTICO se acercó y calculó cómo se había caído en el pozo.

Un PERIODISTA se acercó y quería la historia exclusiva del pozo.

Un RECAUDADOR DE IMPUESTOS se acercó y preguntó si estaba pagando los
gravámenes del pozo.

Un CARISMÁTICO se acercó y dijo: "Sólo confiesa que no estás en el pozo".

Pero llegó JESÚS, se acercó y viendo al hombre lo tomó de la mano y lo sacó del pozo.

Muchas son las ofertas que en el mundo hay para solucionar nuestra situación, pero ninguna de ellas puede finalmente hacerlo, todas ellas solo tienen solo alguna de estas palabras y continúan su camino luego de mirar nuestra situación.

 

Juan Bautista

La mentira obra así

·         Justificando la muerte.

·         Sacando a un lado lo que le estorba.

·         Sin importarle el daño que produce y la tristeza que deja.

·         Viendo enemigos por todos lados.

EL PUERCO ESPIN

Durante la era glacial, muchos animales morían por causa de frío. Los puercos Espìn, percibieron esta situación, acordaron vivir en grupo, así se daban abrigo y se protegían mutuamente. Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor, y por eso se separaron unos de otros. Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión, o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos, con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos. Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro.

Sobrevivieron.

Moraleja de la historia: La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.

Mucho temor a la verdad

"Quien no teme a Dios, teme hasta a su propia sombra" San Juan Clímaco.

Yo lo sabía padre, pero…

El Señor del barrio me contaba. Que el sabía que el maracucho era el que vendía la desgraciada piedra. Pero nunca pensó que su hijo mayor crecería tan rápido y con la juntillas llegara a consumir la piedra que ahora lo llevó a la cárcel. Sabe que ese problema del barrio donde habían caído los hijos de otros era su problema, pero el lo había ignorado. Hoy en día se reúne con los miembros del barrio para crear un frente serio contra la droga. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Señor, comprender y venerar profundamente la Eucaristía que hemos celebrado en la conmemoración del martirio de san Juan Bautista y experimentar en nuestra vida sus frutos redentores. Por Jesucristo, nuestro Señor.