Evangelio - Historia y Reflexión...

Perdonar de corazón al hermano Mateo 18, 21-19

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya.  Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Ezequiel 12, 1-12 A la vista de todos

Salmo 77 Perdona a tu pueblo, Señor.

Mateo 18, 21-19, 1 Perdonar de corazón al hermano “En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”. Entonces Jesús les dijo: El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda. Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía. Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. Cuando Jesús terminó de hablar, salió de Galilea y fue a la región de Judea que queda al otro lado del Jordán”

Hasta setenta veces siete

Vencer a los enemigos

En cierta ocasión Abraham Lincoln estaba hablando bien de sus adversarios y críticos. Una anciana le preguntó:

¿Cómo puede usted expresarse amablemente de sus enemigos en lugar de destruirlos?

Señora, respondió él. ¿Acaso no los destruyo al convertirlos en amigos?

En la parábola

Hoy en día…

·         El mundo enfrenta un ambiente de intolerancia, violencia e irrespeto a los derechos humanos.

·         Los agredidos buscan venganza por su propia mano y hacen crecer la espiral de violencia.

·         Nosotros, como cristianos, necesitamos una actitud que llame a la reconciliación y el respeto.

 

¿Somos promotores de la reconciliación y el perdón en nuestras familias?

¿Qué significa el perdón de corazón?

Cuando uno dice que perdona, pero el rencor, la venganza, el recuerdo le hace mella en el alma, significa que no ha perdonado de verdad.

“yo perdono, pero no olvido”

“No se trata de perdonar una vez sola o algunas veces, sino siempre”

 

¿El día más bello? Hoy                                   ¿El obstáculo más grande? El miedo

¿La cosa más fácil? Equivocarse                  ¿El error mayor? Abandonarse

¿La raíz de todos los males? El egoísmo      ¿La distracción más bella? El trabajo

¿La peor derrota? El desaliento                     ¿Los mejores profesores? Los niños

¿La primera necesidad? Comunicarse          ¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás

¿El misterio más grande? La muerte ¿El peor defecto? El mal humor

¿La persona más peligrosa? La mentirosa   ¿El sentimiento más ruin? El rencor

¿El regalo más bello? El perdón                    ¿Lo más imprescindible? El hogar

¿La ruta más rápida? El camino correcto      ¿La sensación más grata? La paz interior

¿El resguardo más eficaz? La sonrisa          ¿El mejor remedio? El optimismo

¿La mayor satisfacción? El deber cumplido  ¿La fuerza más potente del mundo? La fe

¿Las personas más necesarias? Los padres ¿La cosa más bella del mundo? El amor

Madre Teresa de Calcuta

Todo perdón es

 

Yo no quiero odiar

El Cardenal Jaime Ortega decidió ir a ver a la madre de uno de los tres fusilados en La Habana. Cuando ella le explicaba cómo se sentía, lo más agudo y trágico que le dijo, con lágrimas en los ojos, fue: “Algunas veces me parece que voy a odiar, por Dios, yo no quiero odiar”

 

Oración después de la Comunión

Señor, aviva cada vez más en nosotros el deseo de recibir este pan eucarístico, por medio del cual nos comunicas tú la vida verdadera. Por Jesucristo, nuestro Señor.  Amén