Evangelio, Historias y Reflexion. Marcelo Rivas Sanchez

Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos, imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él. Por nuestro Señor Jesucristo.

Isaías 7,1-9 No se coloca el hacha contra quien la blande

Salmo responsorial 47 Dios es nuestro defensor.

Mateo 11,20-24 Has revelado estas cosas a los sencillos “En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse arrepentido. Les decía: «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día del juicio para Sodoma que para ti”

Convertirse es el camino

Jesús reclama a tres ciudades muy florecientes.
Recordemos que es estas tres ciudades se habían hecho muchos milagros.
Han desoído el llamado de Dios

Conversión “Regresar”

Valores del Reino: santidad, verdad, justicia, amor y paz.
Lo importante del tener: dinero, poder, soberbia, dominio, influencia
La conversión debe centrarse en la interioridad de las personas.
Pues desde el corazón brota lo bueno o lo malo.
Desde ahí nacerán las bienaventuranzas: pobreza, hambre, y sed de fidelidad, fraternidad, solidaridad, no violencia, reconciliación, perdón y amor al hermano, incluso al enemigo.

Hay entre nosotros

Personas que pasan desapercibidas.
Pequeños de corazón y de mucha sencillez.
Que asumen el mensaje de Jesús
Personas que viven en el agradecimiento.
Que valoran a los otros

Te suplicamos, Señor, que esta Eucaristía, que hemos recibido, nos ayude a amarte más y a servirte mejor cada día. Por Jesucristo, nuestro Señor