Evangelio - Historia y Reflexión...

No desprecian a un profeta más que en su tierra Marcos 6, 1-6

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios nuestro, que por medio de la muerte de tu Hijo has redimido al mundo de la esclavitud del pecado, concédenos participar ahora de una santa alegría, y después en el cielo, de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

Ezequiel 2,2-5: Un profeta en medio del pueblo

Salmo: 122: Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia.

2 Cor 12,7b-10: La fuerza de Cristo reside en mí

Marcos 6, 1-6  No desprecian a un profeta más que en su tierra “En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: ¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa.» Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando”

Muchos dudan…

Pero…

·         Pero el escándalo, la mayoría de las veces no viene del exterior, sino que nace en nuestro propio corazón.

·         En realidad, somos nosotros mismos los que nos escandalizamos por la malicia que se acurruca en el fondo del corazón y por las malas inclinaciones que llevamos en nuestro a fin de que, unidos a ti por  chismes contra la Iglesia, contra el párroco…

¿Cómo miramos nosotros a Jesús?

“Mirar un testimonio en Calcuta que uno de los cientos de miles de hermanas y hermanos cotidianos por las tierras de América Latina que trabajan, se “gastan y desgastan”

“Nadie es profeta en su tierra”

No pudo hacer milagros.

Frente a la incredulidad

·         No debe conducir a un profeta a la cobardía o a la dimisión.

·         No debe dejar de hablar y dar testimonio.

·         Hay que organizarse para llegar a los más lejanos.

Ezequiel dice que en los momentos más críticos, «el Espíritu entró en mí, me puso en pie»

·         Que no nos hagan caso no importa.

·         Nosotros cumplimos.

·         Por eso no desanimarse.

Duro camino de la evangelización

·         Es más importante el que vende droga, o banca que un catequista.

·         O es más importante la señora que prepara la comparsa de carnaval que la que prepara niños para la primera comunión.

·         Jesús regresa y es mal recibido. Nadie es profeta en su tierra.

·         No se nos debe olvidar que hay viernes santos y muchos…

Entonces volvió…

Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio

 

Al hombre, que creer tenerlo todo, le molesta las palabras de jesús. Y por eso es un desconocido, aunque haya nacido ahí.