Evangelio - Historia y Reflexión...

Increpó a los vientos y vino una gran calma Mateo 8,23-27

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Amós 3,1-8; 4,11-12: Prepárate a encararte con tu Dios

Salmo: 5, 5-8: Señor, guíame con tu justicia

Mt 8,23-27: Increpó a los vientos y vino una gran calma “Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos! Díseles: ¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: ¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?

Con tan poca fe que caemos en al cobardía

• Jesús quiere instruir, probar la fidelidad de los discípulos y arraigar su fe en él.
• En medio del temporal le reprochan a Jesús su tranquilidad.
• Y Jesús les reclama: cobardes. Que poca fe.

Probando la fe

• Señor, sálvanos que nos hundimos
• Nuestra fe debe ir de menos a más. No de más a menos.
• Al no ser madura y fuerte no puede vencer el miedo. Les falta confianza.
• Con fe débil nos ponemos nerviosos olvidando que Jesús no falla.
• Olvidando aquello: Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos.
• De ahí que el poder del mal no hundirá la barca. (Iglesia)

Seguir a Cristo…

·         Ayer Dios caminaba con su pueblo. Observemos al pueblo por el desierto

·         Hoy se hace necesario una fe robusta.

·         Una fe sin miedo para descubrir la presencia de Dios.

·         Son muchos los que dicen que Dios está dormido y ausente.

Hoy en día…

• Nos cuesta mucho mantenernos firmes, de pie ante las adversidades de la vida
• Cuando nos va bien todo está bien. Pero ausentes de Dios. No lo buscamos.
• Pero al perder un familiar, la salud, al tener un problema entonces nos desconcertamos y nos desesperamos.
• Perdemos fácilmente el norte y navegamos a la deriva.
• Olvidando que Jesús viaja con nosotros.

“En nuestro largo viaje Jesús es la carta de navegación”

Jesús “Amigo que nunca falla”

• Pero ante el dolor, la pobreza, la enfermedad, la desgracia o la muerte…
• Esto nos duele pues vemos a Dios que hace silencio.

No te importa que nos hundamos.

·         Nuestro reclamo debe ser oración. No desconfianza.

Ofertas de salvación

• Por todas partes abundan ofertas de salvación, prosperidad, salud.
• Y muchos que nos llamamos cristianos recurrimos presurosos a rezos, sahumerios, ritos esotéricos, actos de hechicería, horóscopos.
• Y todo porque nuestra fe es demasiado débil.

No perdamos la fe delante de las olas encrespadas y del viento enfurecido.

 

Pero, mucho cuidado, hay otro gran peligro

• La Iglesia ha tenido mucho tiempo de calma.
• Pero, la calma provoca tempestades.
• Porque en la calma nos adormilamos, nos atontamos, nos acostumbramos.
• Consumiendo sacramentos pero sin cuestionamiento y cambio radical.
• De ahí la costumbre social.
• Es como descafeinar la religión y tomarla sin azúcar para que no engordemos.

Hacen falta tormentas para…

• Valorar nuestras vidas.
• Darle a cada cosa su lugar y verdadero puesto.
• Salir más fortalecidos.
• Ponernos las pilas y avanzar con decisión y confianza.
• Reconocer nuestra debilidad y aceptar la ayuda de Dios.
• Dar testimonio y así responder a la verdadera fe.

 

Pidámosle a Cristo que aumente nuestra fe en los momentos de difíciles, para saber y comprender quién está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

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