Evangelio - Historia y Reflexión...
“Como era el día de la preparación de la Pascua... Juan
19,31-37
Autor:
Padre Marcelo Rivas Sánchez
Web del Padre
Sagrado
Corazón de Jesús – Solemnidad. Jornada
Mundial de Oración por la santificación del clero
Al celebrarse hoy la
solemnidad del Corazón de Jesús, en la que recordamos el inmenso amor de tu Hijo
hacia nosotros, te suplicamos, Padre todopoderoso, que nos concedas alcanzar de
esa fuente inagotable, la abundancia de tu gracia
Oseas
11,1.3-4.8-9
Salmo responsorial El Señor
es mi Dios y mi salvador.
Efesios
3,8-12.14-19
Juan 19,31-37
“Como era el día de la preparación de la Pascua,
para que los cuerpos de los ajusticiados no se quedaran en la cruz el sábado,
porque aquel sábado era un día muy solemne, los judíos pidieron a Pilato, que
les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz. Fueron los soldados, le
quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido crucificados
con Jesús. Pero al llegar a él, viendo que ya había muerto, no le quebraron las
piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e
inmediatamente salió sangre y agua. El que vio da testimonio de esto y su
testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes
crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura:
No le quebrarán ningún hueso; y en otro lugar la Escritura
dice: Mirarán al que traspasaron.
Una devoción que…
- Lo central es el
misterio de amor de Dios por nosotros.
- Esta devoción es tan
antigua como el mismo cristianismo.
- De hecho sólo se puede
ser cristiano dirigiendo la mirada a la Cruz
de nuestro Redentor, «a quien traspasaron» (Juan 19, 37; Cf. Zacarías 12,
10).
- Reconocer el amor de
Dios en el Crucificado se ha convertido para ellas en una experiencia
interior que les ha llevado a confesar, junto a Tomás: «¡Señor mío y Dios
mío!» (Juan 20, 28),
Vivir y
testimoniar el amor experimentado
-
El amor de
Dios experimentado es vivido por el hombre como una «llamada» a la que tiene
que responder.
-
Nos hace
capaces de confiar en su amor salvífico y misericordioso y al mismo tiempo
nos refuerza en el deseo de participar en su obra de salvación,
convirtiéndonos en sus instrumentos.
-
Tenemos que
ser para los demás manantial de amor y paz.
-
Incluso,
también debemos dar la vida por los hermanos» (1 Juan 3, 16)
Debemos
proponernos
-
Fundarnos en
la Palabra
de Dios:
y no tanto en
las revelaciones privadas.
-
Respuesta a
las inquietudes del hombre de hoy:
Dios
quiere transmitir un mensaje a los hombres para…
Hallar el
verdadero y único sentido de la vida.
Comprensión de lo
que es la verdadera vida cristiana.
Librarnos de
ciertas perversiones del corazón humano.
Unir la práctica
del amor de Dios y del amor al prójimo.
Un gran corazón
-
Un corazón de
Cristo, Paz de los cristianos.
-
Jesús en la
cruz con el corazón traspasado de amor por la humanidad.
-
¿Quién no
amará un Corazón tan querido?...
-
Dios nos ama
con un gran amor, con un amor evidente, pues, hecho hombre, no consideró
excesivo morir crucificado y despreciado con tal de salvarnos
María nos da su
ejemplo
-
María, junto a
la Cruz
de su Hijo –no hay dolor como su dolor, afirmaba san Josemaría, es la
bendita entre todas las mujeres, la que se alegra en Dios su Salvador. Ella
es Nuestra Madre y está a nuestro lado siempre, aunque la olvidemos
«Sacaréis agua con
gozo de las fuentes de salvación» (Isaías 12, 3)
-
exhortaba a
los creyentes a abrirse al misterio de Dios y de su amor, dejándose
transformar por él.
-
El costado
traspasado del Redentor es el manantial al que nos invita a acudir
-
Debemos
recurrir a este manantial para alcanzar el verdadero conocimiento de
Jesucristo y experimentar más a fondo su amor.
«Tanto amó Dios al
mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino
que tenga vida eterna» (Juan 3, 16).
Ese amor se logrará
sí…
-
Hay actitud de
oración humilde y de generosa disponibilidad.
-
Mirar esa
lanza que traspasó al Señor con silenciosa adoración. Pues con la adoración
podremos reconocer la infinidad de dones que de ahí salieron.
-
Nos abrimos a
ese amor y lo metemos en nuestra vida.
-
Conocemos el
amor de Dios en Jesucristo
-
Experimentamos
el amor de Dios dirigiendo la mirada al Corazón de Jesucristo
«Nosotros hemos
conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él»
Juan Pablo II, «junto al Corazón de
Cristo, el corazón humano aprende a conocer el auténtico y único sentido de la
vida y de su propio destino, a comprender el valor de una vida auténticamente
cristiana, a permanecer alejado de ciertas perversiones del corazón, a unir el
amor filial a Dios con el amor al prójimo. De este modo --y ésta es la verdadera
reparación exigida por el Corazón del Salvador-- sobre las ruinas acumuladas por
el odio y la violencia podrá edificarse la civilización del Corazón de Cristo»
Oración después de
la comunión
Señor, que este sacramento de caridad nos haga arder en un santo amor que,
atrayéndonos siempre hacia tu Hijo, nos enseñe a reconocerlo en cada uno de
nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.