Evangelio - Historia y Reflexión...

Ustedes son la luz del mundo Mateo 5, 13-16

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

San Antonio de Padua, presbítero y doctor. Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua otorgaste a tu Iglesia un predicador insigne y un protector de los pobres y de los necesitados, concédenos, por su intercesión, que vivamos de verdad conforme al Evangelio y experimentemos siempre tu protección y ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

1 Re 18, 41-46:

Salmo Responsorial Salmo 4 Señor, no te alejes de nosotros.

Mateo 5, 13-16  Ustedes son la luz del mundo “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos”

Una clase de catecismo

Con urgencia

"Miren cómo se aman"

Sabor y luz de Dios por todos

No podemos perder el sabor ni la luminosidad cristiana.

Son muchos

·         Los que nos quedamos en palabras y más palabras.

·         Otros en meras prácticas piadosas

Tenemos que…

La luz y la oscuridad

Una vez la luz invitó a la oscuridad para que viera la luz. La caverna respondió: No entiendo que quieres decirme; nada existe fuera de la oscuridad, luego subió y se sorprendió. La caverna invitó al sol a bajar. El sol bajó y al llegar le preguntó ¿Qué oscuridad?" preguntó curioso el Sol. Recordemos que la oscuridad es la ausencia de luz y al haber la luz desaparece la oscuridad. Hay que abrir los ojos Vivir nuestra luz mientras brilla, ilumina nuestra fe. Que podamos abrir los ojos, ver las cosas como son, y no apenas como las imaginamos. Vivir y al hacerlo iluminar la oscuridad de la vida de aquellos que amamos.

Una vez la madre Teresa contó lo siguiente: Estaba visitando a un anciano ignorado por todos. Su habitación estaba desordenada y sucia. Intenté limpiarla, pero él se opuso. '¡Déjala, está bien así!'. Había una lámpara magnífica, cubierta de polvo. Le pregunté: '¿Por qué no la enciendes?' Me contestó: '¿Para qué, si nadie viene a verme? Yo no la necesito.' Le dije entonces: '¿La encenderías si las hermanas te viene a visitar?' 'Sí, con tal que pudiera escuchar una voz humana en esta casa, la encendería.' Así se hizo".

            Esta historia me hace pensar en tantos enfermos dentro de muchas familias, ignorados, abandonados. El dinero, que es una cama clínica o un aire acondicionado, no basta. Lo importante es el amor. Necesitan servicio y amor. Pongamos el amor por obra; empecemos por nuestra familia." Enciende luces en un mundo oscuro con el amor y la bondad, la fe y la solidaridad. ¡Tu vocación es ser luz del mundo!