Evangelio - Historia y Reflexión...

Las bienaventuranzas del Reino Mateo 5,1-12

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios nuestro de quien todo bien procede, inspíranos propósitos de justicia y santidad y concédenos tu ayuda para poder cumplirlos. Por nuestro Señor Jesucristo.

1 Reyes 17,1-6 Elías obedece al Señor

4. Salmo responsorial 120  Siempre me cuidará el Señor.

Mateo 5,1-12  Las bienaventuranzas del Reino “En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, hablándoles así: “Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes”

El discurso del monte

Un programa nuevo de felicidad

Un programa posible

Por eso las bienaventuranzas no son sólo promesas

·         Son todo un programa de vida para reformar esta tierra.

·         No nos debe asustar porque Dios sacará un bien mayor de todo.

 

Bienaventuranzas de los padres

Comprensivos, porque ellos tendrán la amistad de sus hijos.

Cariñosos, porque serán amados por sus hijos.

Honestos, porque tendrán la verdad de sus hijos.

Que dan buen ejemplo, porque los imitarán con alegría.

Que se entienden, porque sus hijos los entenderán.

Justos, porque no serán juzgados por sus hijos.

Que acompañan a sus hijos, porque no se sentirán solos.

Que apoyan a sus hijos, porque éstos serán su apoyo.

Que siembran armonía, porque cosecharán felicidad.

Que escuchan a sus hijos, porque siempre serán atendidos.

Que consuelan a sus hijos, porque nunca les faltará consuelo.

Que velan por sus hijos, porque podrán cada noche dormir tranquilos.

Que Entiendan que...   padre no es el que engendra

Lo es aquél que... Enseña... Guía... Educa... Protege... Y Alimenta... Ese es el verdadero padre.

Oración después de la comunión

Que la fuerza redentora de esta Eucaristía nos proteja, Señor, de nuestras malas inclinaciones y nos guíe siempre por el camino de tus mandamientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.