Evangelio - Historia y Reflexión...

Reciban el Espíritu Santo Juan 20, 19-23

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones; derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hechos 2,1-11 Todos se llenaron del Espíritu Santo y comenzaron a hablar

Salmo 103 Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

1 Corintios 12,3-7.12-13 En cada uno se manifiesta el Espíritu

Juan 20, 19-23 Reciban el Espíritu Santo “Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid' el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”

Llenarse del Espíritu Santo

• Aquellas personas, los discípulos, tuvieron una experiencia muy especial.
• Fue el amor de Dios que los llenó.
• Mucha, demasiada gracia cayó sobre ellos.

“El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Romanos 5, 5)

• Ellos, sin excepción, se sintieron amados pro Dios. Eso es llenarse del Espíritu.

¿Por qué las lenguas?

• Dios actúa donde quiere y con quien quiere.
• Hablaron en lenguas diversas y no había confusión.
• Ese hablar así crea unidad y entendimiento.
• Esto sucede para colocar la diferencia entre Babel y Pentecostés.
• La torre de Babel: todos hablan la misma lengua y nadie entiende.
• Pentecostés: Cada uno habla un alengua distinta y todos se entienden.

¿Nosotros qué?

Hoy en día más que hijos de Dios parecemos luchadores contra Dios.

Nuestros afanes gira en torno a lo material: tener antes que ser. Así era la gente en Babel. Querían llegar al cielo para obtener poder.

«Vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en el cielo, y hagámonos famosos, para no desperdigarnos por toda la faz de la tierra»

(Génesis 11, 4)

Vivimos animados por las cosas y no por el amor.

Necesitamos fama, poder. Queremos exhibir

Lo que nos interesa es la gloria personal.

Aquí lo que manda es: ¿Cuánto hay para eso?

Pentecostés nos enseña…

Los apóstoles gritan a los cuatro vientos las grandezas del Señor.

Su interés no son ellos, sino Dios.

Ellos vuelven a colocar a Dios en el centro de sus vidas. Por eso se entienden y llegar amarse, perdonarse y darse unos a los otros.

La gran noticia o notición.

• La presencia del Espíritu santo fortaleza para animarnos.
• Espíritu Santo fuente de amor y piedad segura que nos lleva a puerto seguro.
• Espíritu Santo que es la palabra que se hace presencia y amor.
• Espíritu santo que es comunicación directa de Dios con nosotros.
• Espíritu Santo que nos hace ser solidarios en el compartir cotidiano.
• Espíritu Santo que nos da el respeto en la libertad de cada uno.

 

La Iglesia hoy en día

• Gira sobre dos marcos a la vez: la eucaristía y el Espíritu Santo.
• La Eucaristía es su fuente, cumbre. Inicio y final.
• El Espíritu es el aliento, el alma, su respiración.

Creo que se da la mayor de las verdades, allí donde se da el mayor de los amores” (Autor desconocido)

·         “Los Hechos de los Apóstoles  son el evangelio del Espíritu Santo” (San Juan Crisóstomo)

·         La venida del Espíritu les hace a los discípulos ser los auténticos testigos de la resurrección.

·         Pero somos muchos como a la comunidad de Éfeso: “Han recibido al Espíritu Santo” Y ellos respondieron: “Ni sabíamos que hay Espíritu Santo” (Hechos 19,2)

·         De ahí que nos crucemos de brazos o nos quedemos mirando el cielo. Como esperando todo de que venga de Dios.

 

El espíritu nos trae…

1.      Los dones Isaías 11 y 61

2.      Los frutos Gálatas 5

3.      Los carismas 1 Corintios 12-13 y 14

En cierta ocasión se encontraba una maestra en clase de religión con sus alumnos de tercero de primaria. Y les pregunta: - "Quién de ustedes me sabe decir quién es la Santísima Trinidad?" Y uno de los niños, el más despierto, grita: - "¡Yo, maestra! La Santísima Trinidad son el Padre, el Hijo ¡y... la Paloma!"

Por eso lo llamamos el Gran desconocido
Pero ¡el Espíritu Santo no es una paloma! ¿Cómo se puede tener un trato humano, profundo y personal con un animalito irracional? La paloma es, a lo mucho, un bello símbolo de la paz, y nada más. Y, sin embargo, el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad Santísima y Dios verdadero.