Evangelio - Historia y Reflexión...

De la muerte a la vida. San Juan 1,45-51 2

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

 

 “Felipe se encontró con Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret. "Natanael le replicó: "¿Puede salir algo bueno de Nazaret?" 

Felipe le contestó: "Ven y verás." Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: "Ahí viene un verdadero israelita: éste no sabría engañar." Natanael le preguntó: "¿Cómo me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas bajo la higuera, yo te vi. "Natanael exclamó: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le dijo: "Tú crees porque te dije que te vi bajo la higuera. Pero verás cosas mayores que éstas. En verdad les digo que ustedes verán los cielos abiertos y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.”

De la muerte a la vida

Lo sabemos porque amamos a los hermanos. 
El que no ama permanece en la muerte. 
Por eso hay que amar de verdad y con obras. 
Se reconoce gracias al amor y así puede ver a Jesús como Dios.
Amar es tener y dar la vida

· Amar al hermano es lo propio y característico del discípulo de Cristo.

· Lo que define la religión es la práctica eficaz del amor a Dios y al prójimo.

· El amor es el testimonio cristiano que más entiende la gente.

· Amar es la sabiduría de la vida

· El amor crea vida para el que ama y es amado.

Encontrase con Jesús es reconocer a Dios

Un periodista que visitaba un hospital y al ver la solicitud y cariño con los que una hermana religiosa limpiaba las heridas purulentas de un pobre vagabundo, dijo con un pañuelo en la nariz para soportar el hedor.

Hermana yo no haría eso ni por un millón de bolívares.

La hermana levantó sus ojos llenos de ternura y le dijo:

Yo tampoco le haría por un millón de bolívares. Lo hago por amor a Dios y por amor a este hermano.

En Natanael nació Dios

· Porque lo supo mirar con los ojos de la fe

· Porque empezó a amar de verdad.

· Porque no obligó al sí a responder, sino a dar sin esperar.

· Porque sabía que el que sabe esperar no puede desesperar.

· Porque en esa fe se abrieron los oídos y los ojos para reconocer a Jesús.

· Porque, más que la fe, la acción de responder fue la llave que abrió la puerta del encuentro con Jesús. 

Ayúdame a ser siempre como el árbol... 

Que con sus hojas caídas se abona el mismo para crecer más aún. 

Siempre da sombra al cansado y castigado por el sol, y refugio de la lluvia al viajero.

Presta sus ramas para que las aves aniden, y las criaturas encuentren refugio.

Da siempre fruto al tiempo correcto y con paciencia espera su momento.

Echa hondas raíces y se afirma para no ser movido. 

Siempre como árbol, que toma lo poco que necesita y devuelve muchas veces mas.

Que cuando es cortado sirve para un sin fin de usos.

Siempre como el árbol, que pasados los años se derrumba por su antigüedad, pero aún así se convierte en abono para que otros continúen viviendo.

Diferente, muy diferente sería el mundo si todos fuéramos como el árbol.