Evangelio - Historia y Reflexión...

El Espíritu de la verdad dará testimonio en mi favor Juan 15,26-16,4

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Santa Rita de Casia. Que el ejemplo de santidad de santa Rita, cuya memoria estamos celebrando, nos impulse, Señor, a renovar sinceramente nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hechos 16,11-15 El Señor le abrió el corazón

Salmo responsorial 149  El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.

Juan 15,26—16,4  El Espíritu de la verdad dará testimonio en mi favor  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo”

Santa Riota de Casia

Nació y murió un 22 de mayo. Vivió 76 años y pasó por todos los estados: matrimonio, viudez y vida religiosa. Nació en Casia, Italia. Su verdadero nombre era Margarita, pero desde muy pequeña la llamaron Rita.  Desde su nacimiento ya empezó a demostrar que iba a ser la "Abogada de los imposibles", pues la mamá sufría la enfermedad de la esterilidad y no podía tener hijos y con mucha oración obtuvo de Dios el prodigio de que le concediera esta buena hija. Cuando la niña nació ya sus padres eran bastante viejos. Casaron a Rita con un verdadero monstruo de maldad. El marido resultó brutal, mujeriego y de un temperamento ciento por ciento agresivo. Lo soportó por 18 años. sin quejarse, sin recurrir a autoridades civiles para pedir sanciones  Sus hijos salieron igual al padre. Rita sufría profundamente, pero no podía hacer otra cosa que llorar y encomendarlos en sus continuas oraciones. Pero como "la paciencia todo lo alcanza", y como nunca queda sin cumplirse aquella promesa que hizo Jesús: "Todo el que pide recibe. El marido se convirtió y le pidió perdón a Rita por todo lo que la había hecho padecer. Murió a causa de una venganza. Los hijos juraron vengarse. La santa suplicó muy fervorosamente a Dios que no permitiera que sus hijos se convirtieran en asesinos. Dios escuchó su oración y los dos jóvenes enfermaron y murieron sin lograr cumplir su venganza. Rita se dedicó a obras de caridad y a pasar largos ratos dedicada a la oración y a la meditación. Las hermanas agustinas la recibieron. Una vez la directora, para probar si la nueva religiosa era en verdad bien obediente, le mandó regar una estaca seca en la huerta. Rita lo hizo así por varios días sin discutir ni protestar. La dolorosa "llaga" la acompañó los últimos 14 años de su vida.

La tarea de la evangelización

·         La tarea de evangelizar no esta exenta de dificultades.

·         Consiste en dar testimonio de Jesús en medio del sistema mundano injusto,

·         Pero con la asistencia del Espíritu

·         Esto nos lo recuerda para que no tiemble el pulso.

Nos aprietan pero no nos aplastan

“Hay que obedecer antes a Dios que a los hombres”

Tenemos un gran ejemplo en Juan Pablo II. Un cristiano auténtico que supo acoger en su alma al Espíritu Santo. Que dió testimonio de Cristo en todo el mundo. Que vivió la caridad y aceptó el dolor por el bien de la Iglesia y del Reino de Dios.

Todos

·         Estamos llamados a dar testimonio de fe, de amor y de santidad.

·         Todos reflejos del amor de Dios

 

Un hombre fue apresado en la plaza del pueblo por robar oro. Al ser preguntado por el oficial por qué robó el oro en presencia de tanta gente, respondió: “No vi a nadie. No vi más que oro”. 

 

Vivía los Evangelios

Besarión siempre iba leyendo el Evangelio, y lo vivía. Un día halló un mendigo desnudo y le entregó su manto. Poco después, halló otro que desnudo se moría, y lo cubrió con su túnica.
Desnudo se encuentra el bueno de Besarión, sentado en un rincón. 
–– “¿Qué os ha pasado?” –le preguntaron. 
–– “Nada, sino cumplir lo que dice este libro”. Y les enseñaba el Evangelio.

 

La dulce paz

En este mundo hay tantas personas llenas de amarguras y frustraciones que hacen sentir mal a todo el que tenga el infortunio de pasar por su lado.

No permitas que a ti te roben la paz, esa dulce quietud que concede Dios a los suyos y que tanto envidia el enemigo de las almas. Ninguna tormenta de ira satánica puede perturbar la calma del que está a cuentas con Dios.

Los impíos no pueden tener paz, las pasiones del corazón del hombre sin Dios son como furiosas tormentas, pero no importa cuán feroz sea la tempestad, quien se vuelve a Jesús clamando: "¡Señor, sálvame!" encuentra quietud, una gracia maravillosa que aquieta las contiendas de la pasión humana y amor abundante en el que el corazón encuentra descanso. ¡Cuántas veces hemos acudido a nuestro Salvador en medio de una tempestad abrumadora, y hemos sentido que nos ha tomado en sus brazos inundándonos de Su bendita paz! Una experiencia gloriosa que da testimonio de la verdad de Sus promesas: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en tí persevera". Isa. 26:3. Tomás de Kempis decía: "El que sabe mejor padecer tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo".

"Reemplazaremos la violencia y la guerra con las armas más poderosas: El Amor y la Paz"

 

Oración después de la comunión

Por medio de este sacramento que hemos recibido en la festividad de santa Rita de Casia danos, Señor, tu luz y tu amor, para que seamos mejores cada día y podamos ayudar a los demás. Por Jesucristo, nuestro Señor.