Evangelio - Historia y Reflexión...

La paz os dejo, mi paz os doy Juan 14,27-31

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios nuestro, que por medio de la resurrección de tu Hijo nos has abierto las puertas de la vida eterna, concédenos creer fielmente en ti y esperar confiadamente el cumplimiento de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hechos 14,19-28 Les contaron los que Dios había hecho por medio de ellos

Salmo responsorial 144  Bendigamos al Señor eternamente. Aleluya.

Juan 14,27-31: La paz os dejo, mi paz os doyEn aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado”

La paz que todos necesitamos

No como la da el mundo

Entendemos la paz como…

Es una paz diferente

·         Es un regalo gratuito que brota del amor divino.

·         No es interesada o por un tiempo. Es para siempre.

·         Enmarcada en la ausencia de guerra y de violencia

·         Es la seguridad de que Cristo nos acompaña “Que no tiemble su corazón”

Recordemos que tenemos que amarlo para entenderlo

Comprendan que yo amo al padre y el Padre me ama.

Además…

"yo estoy y estaré con ustedes, todos los días, hasta el final del mundo..."

En él está nuestra paz, es más, él es nuestra paz, y con él a nuestro lado, ¿qué nos puede turbar?

De la paz a su vivencia “Mensajeros”

·         Pablo Y Bernabé aparecen como mensajeros de la paz.

·         Vienen de regreso, han sufrido, pero han triunfado.

·         En cada Iglesia fueron designando presbíteros, ancianos que presidieran al comunidad.

·         Ellos ayer. Nosotros hoy con amor, solidaridad y comprensión.

Oración después de la comunión

Mira, Señor, con bondad, a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y condúcelos al gozo eterno de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

diosbendice1@cantv.net

Apliquemos esto a la Resurrección

Últimas líneas del evangelio: "...llega el príncipe de este mundo. No tiene ningún poder sobre mí, pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según me ha ordenado"

Adán y Eva pecaron desobedeciendo, Cristo nos redimió obedeciendo, y obedeciendo por amor. 

Muchas veces hemos pasado por momentos de crisis con amigos o familia, momentos muy difíciles en que nos sentimos en la cuerda floja por no saber como actuar, y lo único que logramos es reaccionar a los hechos, me grita le grito, me reta le reto, me arremete yo respondo peor. Es una verdadera pena que no sepamos actuar ante esto, sobre todo porque podemos causar un daño terrible a quienes apreciamos, en algunos casos a quienes decimos amar y ante esto solo Dios tiene la mejor solución, la alternativa verdadera contra nuestras malas acciones o malas reacciones.

Dios nos invita constantemente a ser reflexivos y concientes, lo hace cuando escuchamos su palabra en el Evangelio pero sobre todo en la Eucaristía, pues con ella Dios no ayuda a conciliar y reconciliar nuestros actos, pensamientos y sentimientos todo en conjunto para que seamos buenos, en lo personal cuando charlo en la oración con Él casi al finalizar le digo “hazme bueno”, no como una exigencia sino como una suplica, pues cuesta mucho trabajo lograrlo, y solo por la Eucaristía, por el pan consagrado es como podemos aspirar a ser buenos a sentir y entender la maravilla de su voluntad, la grandeza del perdón y lo incondicional de su amor, dar perdón suele ser muy gratificante, pero pedirlo es vivificante, te renueva.