Evangelio - Historia y Reflexión...

Sí, les aseguro: No es el siervo más que su señor ni el enviado más que el que lo envía. Juan 13,16-20

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios de inefable misericordia, que, al redimir al hombre, le otorgaste una dignidad mayor que la que tuvo en sus orígenes, bendice a quienes te has dignado hacernos hijos tuyos por medio del bautismo, y conserva siempre en nosotros tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.

Hechos 13,13-25 Un salvador para Israel: Jesús

Salmo responsorial  88 Proclamaré sin cesar la miseri­cordia del Señor. Aleluya.

Juan 13,16-20 Sí, les aseguro: No es el siervo más que su señor ni el enviado más que el que lo envía.En aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo les aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos. No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la Escritura, que dice: El que comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo soy. Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado”

Un maestro de la acción

“Les he dado ejemplo para que lo hagan entre ustedes”

Es un Dios…

·         No prepotente y dominador.

·         Sino un Dios humanado

·         Un Dios que ama, que sufre, que muere en servicio y amor a los suyos.

·         Que ama sin medida, según San Bernardo.

·         Su grandeza no es el poder sino el servicio.

Nosotros debemos…

Al mundo le falta mucho ejemplo

«Quien recibe a cualquiera que yo envíe, me recibe a mí, y quien me recibe a mí, recibe al que me envió»

Jesús nos conoce

Pero mucho cuidado

Oración después de la comunión

Dios todopoderoso y eterno, que, en Cristo resucitado nos has hecho renacer a la vida eterna, haz que este misterio pascual en el que acabamos de participar por medio de la Eucaristía, dé en nosotros abundantes frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Para entender la resurrección

Observemos a la Virgen Santísima. De ella se dice Madre, testigo, seguidora. Una mujer fiel a Dios, y capaz de ver más allá de lo cotidiano y establecido. Una creyente capaz de arriesgarlo todo.

Una mujer valiente. Sencillamente madre.

Es una persona que es capaz de ver distinto. Donde todos hubiesen visto una locura, María vio un horizonte. Donde muchos hubiesen visto una locura, ella intuyó la promesa de Dios.

Donde había pobreza y los demás se convertían en rebeldes, María fue capaz de cantar la grandeza de Dios que está con los más pequeños.