Evangelio - Historia y Reflexión...

El que esté sin pecado que arroje la primera piedra Juan 8,1-11

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios nuestro, que con el don de tu amor nos colmas de bendiciones, transfórmanos en una nueva criatura, para que estemos preparados a la pascua gloriosa de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo…

Daniel 13,41-62: Tengo que morir siendo inocente

Salmo: 22: Nada temo, Señor, porque tú vas conmigo.

Juan 8,1-11: El que esté sin pecado que arroje la primera piedra “En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?" Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: "El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra." E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?" Ella contestó: "Ninguno, Señor." Jesús dijo: "Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”

Ayer la mujer no valía nada

Jesús misericordioso y muy humano.

Confesión…

Aquella mujer…

En adelante no peques más

Una ley nueva…

 

 

 

 

Reconozcamos que…

No confesarse es no querer ser amigo de Dios. Mucho menos querer cambiar

El mensaje de Jesús

·         Una llamada constante a la conversión.

·         Para eso ha venido el Hijo de Dios al mundo. (Pasión y muerte)

·         La cuaresma nos ofrece la oportunidad para aplicar estas enseñanzas.

·         Podemos corregir lo que está mal.

·         Dejar la puerta abierta al amor, al perdón, a la reconciliación.

·         Si tengo que corregir a otro lo haré con cariño y mucha caridad cristiana.

Cada sacerdote en el confesionario sabe ver la desgracia del pecado, pero al mismo tiempo acoge con amor al pecador arrepentido.

 

HISTORIA DE DOS CIUDADES

Un viajero que se aproximaba a una gran ciudad le preguntó a una mujer que se encontraba a un lado del camino:

 -“¿Cómo es la gente de esta ciudad?

 -“¿Cómo era la gente del lugar de donde vienes?”-  Le inquirió ella a su vez.

 -“Terrible”-  Respondió el viajero.  –“Mezquina.  No se puede confiar en ella.  Detestable en todo los sentidos”.

 - “¡Ah!-“, Exclamó la mujer.  –“Encontrarás lo mismo en la ciudad a donde te diriges”-.

Apenas había partido el primer viajero cuando otro se detuvo y también preguntó acerca de la gente que habitaba en la ciudad cercana.  De nuevo la mujer le preguntó al viajero por la gente de la ciudad de donde provenía.

 -“Era gente maravillosa; honesta, trabajadora y extremadamente generosa.  Lamento haber tenido que partir”-  Declaró el segundo viajero.

 La sabia mujer le respondió:-“Lo mismo hallarás en la Ciudad adonde te diriges”.

En ocasiones no vemos las cosas como son, las vemos como somos...