Evangelio - Historia y Reflexión...

Quien pide recibe Mateo 7,7-12

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.

1 Lectura del libro de Ester 14,1.3-5.12-14 No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor

Sal 137: De todo corazón te damos gracias, Señor.

Mateo 7,7-12: Quien pide recibe  “En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre. ¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan. Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas”

Esther la mujer de la oración

Eficacia de la oración

Si tu oración no es escuchada se deberá a que no pides como debes, o a que pides lo que no debes” (San Agustín)

 

El Dr. Robert White, catedrático en la Universidad de Cleveland y director de su hospital, era un gran cirujano y creyente. Él dijo: “Para mí la práctica de la medicina y la fe religiosa están indisolublemente ligadas. Oro mucho, sobre todo antes de efectuar una operación y después de terminarla”.

 

Recordemos que…

 

La oración una necesidad “necesaria”

 

Juanito, de seis años de edad, quería remover de su lugar un enorme florero, pero no podía. Viéndole su padre, le preguntó: Juanito, ¿utilizaste todos los recursos? Todos, papá. No es cierto; estoy mirándote, y no me has pedido que te eche una mano...

 

Orar es…

 

 

 

 

Oración de abandono del Padre Charles de Foucauld.

Padre, me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras.

Sea lo que sea, te doy gracias.

Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas las criaturas.

No deseo más, Padre.

Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz.

Porque te amo y necesito darme a tí, ponerme en tus manos, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita, porque tú eres mi Padre. AMEN.

 

Oración para y en la vida

 

La oración de los cinco dedos

1. El dedo pulgar es el que está más cerca de tí. Así que comienza orando por aquellos que están más unidos a tí. Son los más fáciles de recordar. Orar por los que amamos es "una dulce tarea." 

2. El próximo dedo es el índice: Ora por los que enseñan, instruyen y curan. Ellos necesitan apoyo y sabiduría al conducir a otros por la dirección correcta. Mantenlos en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes, a los gobernantes, a quienes tienen autoridad. Ellos necesitan la dirección divina.

4. El próximo dedo es el del anillo. Sorprendentemente, éste es nuestro dedo más débil. El nos recuerda orar por los débiles, enfermos o atormentados por problemas. Ellos necesitan tus oraciones.

5. Y finalmente tenemos nuestro dedo pequeño, el más pequeño de todos. El meñique debería recordarte orar por tí mismo. Cuando hayas terminado de orar por los primeros cuatro grupos, tus propias necesidades aparecerán en una perspectiva correcta y estarás preparado para orar por tí mismo de una manera más efectiva.

 

 

Concédenos, Señor Dios nuestro, que el sacramento que nos has dado como ayuda para nuestra salvación, nos sirva de auxilio tanto para esta vida como para la futura. Por Jesucristo, nuestro Señor.