Evangelio - Historia y Reflexión...

Ve y vende lo que tienes y sígueme Marcos 10, 17-27

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

1 Ustedes no han visto a Cristo, y, sin embargo, lo aman; al creer ahora en él se llenan de una alegría indescriptible 1 Pedro 1, 3-9

2 Sal 110, 1-2.5-6.9 y 10c El Señor recuerda siempre su alianza.

3 Ve y vende lo que tienes y sígueme Marcos 10, 17-27  “En aquel tiempo, cuando iba Jesús de camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Ya conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre. El contestó: Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven. Jesús lo miró con amor y le dijo: Una cosa te falta: vete, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en los cielos. Luego ven y sígueme. Ante está respuesta, él puso mala cara y se fue apesadumbrado, porque poseía muchos bienes. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: Hijitos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios. Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: Entonces, ¿quién podrá salvarse? Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: Es imposible para los hombres, pero no para Dios. Para Dios todo es posible”

Jesús sabe mirar

Dejarnos alcanzar por la mirada de Jesús

Veamos al joven…

Tener a Dios, aunque no se tenga nada, es tenerlo todo. No tener a Dios, aunque se tenga todo, es no tener nada.

 

Estar ciego es sinónimo de muerte

Cuidado. La riqueza enceguece

 

Veamos a los discípulos…

Ellos no quieren ofrecimiento, sino pago.