Evangelio - Historia y Reflexión...

No enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad Marcos 1, 21-28

Autor: Padre Marcelo Rivas Sánchez 

Web del Padre

 

 

Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra; escucha paternalmente la oración de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

1 El Señor se acordó de Ana y de su oración, y ella dio a luz a Samuel 1 Samuel 1, 9

2 Salmo Responsorial 1 Sm 2,  Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.

3 No enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad Marcos 1, 21-28 “En aquel tiempo llegó Jesús a Cafarnaún y el sábado fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de su enseñanza, pues les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido destruirnos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios! Jesús le ordenó: Cállate y sal de ese hombre. El espíritu inmundo lo sacudió violentamente y, dando un alarido, salió de él. Todos quedaron asombrados y se decían: ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva llena de autoridad! ¡Manda incluso a los espíritus inmundos y éstos lo obedecen. Y muy pronto se extendió su fama por toda la comarca de Galilea”

Estamos en la Sinagoga de Cafarnaún

Nuevo estilo de enseñanza

 

Con autoridad…

 

Jesús se auto revela. Se da a conocer…

Dios es el único que permanece. Por eso, en El debo poner toda mi confianza y rendirme.

Viviré sin temor cuando aprenda a mirar a Dios en el mañana.

Con Dios.... soy Invencible.

La fe mueve montañas. Si pido, se me dará; si busco, hallaré.

Nada tiene tanta importancia como para hacerme enfadar.

Es bueno recordar aquellos momentos felices que he vivido. ME DAN PAZ.

Haré con mi barro un castillo, no una cueva, porque nací para el triunfo.

Debo aprender de mis fracasos para ser exitoso.

Si soy sabio, aceptaré la derrota como un maestro valioso.

Apuntaré a la luna: aunque no acierte caeré entre las estrellas.

Para triunfar tendré un deseo intenso, una meta precisa, un propósito noble.

Encontraré el poder del AMOR y no caeré en la tentación del amor al PODER