Evangelio - Historia y Reflexión...
Venimos de Oriente para adorar al Rey Mateo 2, 1-12
Autor:
Padre Marcelo Rivas Sánchez
Web
del Padre
Señor, Dios nuestro, que por medio de una
estrella diste a conocer en este día a todos los pueblos el nacimiento de tu
Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe llegar a contemplar un día,
cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
1 La gloria del Señor
amanece sobre ti Isaías 60, 1-6
2 Sal 71, 2.7-8.10-11.12-13
Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
3 También los paganos
participan de la misma herencia que nosotros Efesios
3, 2-3a. 4 Venimos de Oriente
para adorar al Rey Mateo 2, 1-12 “Jesús nació en Belén de Judá en tiempo del
rey Herodes. Por entonces, Magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando:
¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer?
Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo. Al enterarse
de esto, el rey Herodes se sobresaltó y todo Jerusalén con él; entonces convocó
a los sumos sacerdotes y a los escribas y les preguntó dónde tenía que
nacer el Mesías. Ellos le contestaron: En Belén de Judá, porque así lo ha
escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la
menor entre las ciudades ilustres de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el
pastor de mi pueblo Israel. Entonces, Herodes llamó en secreto a los Magos para
que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a
Belén con este encargo: Vayan y averigüen cuidadosamente sobre ese niño; y,
cuando lo encuentren, avísenme para ir yo también a adorarlo». Después de oír al
rey, los Magos se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en oriente
los guió hasta que llegó y se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver la
estrella,
se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con su madre
María y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron como regalo
oro, incienso y mirra. Y advertidos en sueños de que no volvieran donde estaba
Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”
Día de la revelación del misterio de Cristo a
todos
- Porque Dios quiere que
todos se salven
- Nos llama por puro
amor. No tenemos méritos. Es por amor.
- Dios se abre a una
caridad sin medida
- Donde todos somos sus
hijos y necesitamos de él.
- Para despertar en
nosotros los talentos de servicio.
Dios quiere estar en los sagrarios, en la calle y
en todas partes.
Los reyes Magos
- Son los que avanzan en
busca de algo.
- Dejan atrás la
seguridad de la casa, la comodidad
- Ellos son los
inspirados, los valientes, los que no miran atrás.
A quien se arriesga, sueña, anhela y construye.
¿Qué nos dicen los reyes?
-
Audacia.
Hemos venido a adorarle. Para encontrar al verdadero rey.
-
Seguridad.
En sus corazones ya estaba la luz que los iluminó.
-
Dejarse guiar.
Dios es el gran guía. El mejor guía. El único
guía.
-
Fe.
Para encontrarse con el niño en la cueva de
Belén= .Casa de Pan. (Misa)
-
Saber ofrecer.
Oro, incienso y mirra. Verdadera adoración.
- El oro para
subrayar la divinidad real
- Incienso para
reconocerlo como sacerdote de
la Nueva
Alianza
- Mirra que recuerda
la sangre derramada que nos reconcilia
-
.Libertad.
Para
no sentir miedo
-
La adoración
del único y verdadero Dios.
-
Saber tomar decisiones.
Lo que no me conviene no me sirve. Lo
que me hace daño lo dejo. Conversión a tiempo.
-
Testimonio.
Vivir, contar y manifestar al mundo. Para perder la vergüenza y
hacerse servidor en el amor.
¿Dónde está el recién nacido Rey de los Judíos?
- Y no hace falta la
estrella para encontrarlo. Ya está dentro de cada uno.
- Ni en lo lento de los
camellos. Está en el afán de todos los días.
- Ni el fuerte ruido de
la radio. Sino el silencio que deja escuchar la voz de Dios.
Un día André
Frossard ateo entró a un templo por curiosidad. NO oyó ninguna predicación. Pero
salió creyente y más adelante escribió un libro “Dios existe, yo lo encontré”
Un largo camino…
Somos muchos los que
iniciamos, ese mismo camino de los reyes, pero nos cansamos y volvemos atrás.
Son muchos los que se unen en matrimonio llenos de amor y en el tiempo abandonan
ese amor por buscar el placer que endulza y emboba.
A quien se arriesga, sueña, anhela y construye. A quien busca sin cansarse, a
quien cree que es posible encontrar a Dios... se le anuncia hoy un Salvador