Experiencia de fe 

Autor: Manuela González Aguilera

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Hoy, he sentido escalofríos 
Al escuchar tu Palabra 
A través del Profeta Isaías 35, 1-6 
Cómo una sacudida. 
Una llamada de atención 
Jamás la había escuchado igual. 
Tu Palabra, Señor 
Está viva hoy en mí 
Toma vida en cada persona, circunstancia 
En particular o en comunidad 
Quizás lo que he sentido hoy 
No será para otros igual 
No sé interpretar tu Palabra 
Pero a veces, vibro con Ella 
Pues siento que me hablas en particular 
El "desierto", palabra que dice todo en mí... 
El "yermo" terreno inhabitado 
Así estaba el corazón cuando te busqué 
Tocaste esta tierra deshabitada 
Floreció tu belleza y tu alegría 
Cantaba con gozo 
Mientras subía al Monte 
Para adorar a mi Único Dios 
Las manos débiles, 
Las rodillas y los pies vacilantes 
Cobarde de corazón. 
Mientras, escuchaba "No temas" 
Los ojos comenzaron a ver con claridad 
Los oídos empezaron a escuchar tu Palabra 
Los pies comenzaron a caminar 
Pusiste en mi boca un cántico nuevo 
Yo quisiera publicarlo, pregonar 
La grandeza de mi Dios. 
La pena y la aflicción se alejaron 
En el desierto brotó agua Viva y rebozó 
El labrador aguarda paciente el fruto 
Valioso de la tierra 
¿Qué salí a contemplar en el desierto? 
Y fue Cristo quien contemplaba 
Con compasión mi pobre existencia 
Y se deslizó ante mí, como Puente 
Todo Amor, Amor, Amor 
Me abrazó, la divina Misericordia 
del Padre.