¿Para qué sirve la Iglesia?

Autor: Padre Lucio del Burgo OCD

 

 

Hay títulos y expresiones que nos llaman la atención y nos pueden dejar pensativos. Por ejemplo: “España ha dejado de ser católica”, “Fin del cristianismo”, “la Iglesia es como un negocio cualquiera”, “el cuento de los curas”… Y otras muchas. Incluso algunos piensan que el ocaso de la Iglesia está muy cercano. Otros se ríen de lo religioso como de algo pasado de moda que habría que dejar en el museo de antigüedades.

 

1. Lo religioso está de moda y crece sin parar en la sociedad secular que nos ha tocado vivir. Es impresionante cómo han crecido las cofradías en España. No digamos nada la afluencia de multitudes a los santuarios, muy en particular los santuarios marianos. Recordemos el Santuario de la Virgen de la Cabeza que es el más cercano a nosotros. A todo esto hemos de añadir la cantidad de movimientos eclesiales, comunidades de base, grupos de oración, grupos de solidaridad…

 

2. La Iglesia en España tiene un lugar muy significativo. Cualquier rotativo español tiene en su mira a la Iglesia Católica. Para bien o para mal, a favor o en contra. Me parecen significativas las palabras del Embajador español ante la Santa Sede, Francisco Vázquez a un grupo de periodistas:

 

“Mi deseo es que el papel de la Iglesia se reconozca en toda su extensión y en toda su importancia porque es una institución clave para nuestra cohesión, nuestra vertebración histórica, de pensamiento, intelectual, etc.”

 

Los periodistas le preguntaron al Embajador sobre una encuesta en la que se muestra a la Iglesia como una de las instituciones peor valoradas. Estas fueron sus palabras:

 

“La Iglesia española es aceptada, querida y refleja el sentir y la conciencia de la mayor parte de los españoles, practicantes y no practicantes, nos impregna, nos da sentido como país y sin la cual no tendría sentido nuestro propio modelo de sociedad, esto es importante”.

 

3. La labor de la Iglesia es desconocida pero muy concreta y real. Es muy cierto y hay que agradecerlo, la Iglesia recibe del Estado Español 1.600 millones de euros. Una cantidad muy respetable. La Iglesia desarrolla una actividad social inmensa: colegios, hospitales, residencia de ancianos, atención a inmigrantes y refugiados, enfermos de sida, Cáritas, Campaña contra el hambre… Es proverbial la fama de solidaridad que tiene la Iglesia Española en los países latinoamericanos.

La Iglesia ahorra todos los años al Estado Español en torno a los 8.000 millones de euros. No nos hemos de extrañar. Según las estadísticas, en nuestra nación tenemos 22.599 parroquias y 4.428 centros pastorales. Hay 132 obispos, 26.300 sacerdotes, 60.079 religiosos, 3.229 miembros de institutos seculares y 102.973 catequistas. Los seminaristas menores son 2.483 y los mayores 2.259. A los 5.882 centros católicos de enseñanza asisten 1.578.609 alumnos. Los centros sociales dirigidos por la Iglesia son: 97 hospitales, 113 ambulatorios, 943 residencias de ancianos, 549 orfanatos y guarderías, 108 consultorios familiares y 2.405 centros especiales de educación (Vida Nueva, n. 2573, p. 10).

Una institución que despliega toda esta actividad merece todo respeto y consideración.

 

4. Lo más significativo de la Iglesia es que es memoria de Jesucristo, hace que Cristo no sea una realidad del pasado, una pieza de museo, sino contemporáneo nuestro. EL VIVE ENTRE NOSOTROS. Perdono todas las torpezas, limitaciones y debilidades de la Iglesia porque me ha dado la fe en Jesucristo, alimenta este don y me ha acompañado en todos los momentos de la existencia. La institución eclesial ha iluminado mi vida y le ha dado significado. Por todo esto creo en la Iglesia. No podría vivir al margen de la comunidad eclesial. Sus luces son mi alegría, sus pecados me entristecen. No podría vivir sin ella porque sería encerrarme en mi propia soledad.