Un minuto con Dios

Inmensa es tu obra Señor, inmensa tu bondad

Autor: Luis Céspedes Soto

 

 

Inmensa es tu obra Señor, inmensa tu bondad, inmenso tu corazón que no escatima momento para llegar hasta nuestro lado y edificar en nosotros, tantas maravillas que casi pasan inadvertidas, pues haces todo con tanto cariño, con tanto amor, que tocas al corazón humano y luego sigues tu camino, o al menos tu silencio lo aparenta, aunque lo que quieres en realidad, es no ser protagonista, demostrándonos con eso, que la pureza y sencillez son la puerta con la que entramos a tus atrios.
Gracias Señor que nos hablas a través de la belleza de una árbol, del ingenuo revoloteo de una paloma que al ruido de una hoja que cae desde el cielo, vuela asustada, nos hablas, y nos dices que como es posible cerrar los ojos al verdor de las montañas y de los prados que no son mas que gotas de tu pincel que caen sobre la tierra, para que surjan desde las tinieblas de un mundo cansado, extensos paisajes inagotables de una celestial belleza, y que con sus colorios embocan en nuestros corazones, el embelesamiento de nuestro ser.
Como dejar pasar por alto, la hormiga que desde tempranas horas, transita por el camino imaginario que labra con su empeño, juntando para si y los suyos el sustento que le abrigara por tiempos largos, para cuando llegue la escasez, tener en abundancia y dar a los suyos, que bella es tu naturaleza Señor, que bella y que cuidada por tus manos, la tierra se une a los cielos para alabarte y bendecirte, para darte todo el honor y toda la gloria a ti, que eres el dueño de lo creado y lo increado, a ti que te complaces en darnos a nosotros tus hijos, siempre lo mejor.
Haz Padre bueno que nos pongamos a reflexionar mirando y admirando la maravilla que sale diariamente de tus manos, has que nos complazcamos con toda tu creación, que para eso tu sacaste tu tiempo y pusiste en cada momento, un escalón al cielo, con los cuales vas formándonos una escalera que nos trasladando y subiendo por medio de la alabanza, esa alabanza que tu esperas, buscas y que dejas ver en todo tu hacer. Que nuestro corazón Señor, busque las maravillas de tu misericordia, que nuestro único deseo Padre, sea, hacer realidad el objetivo para el cual fuimos creados, darte el honor y la gloria, darte toda nuestra alegría, todo nuestro hacer, todo nuestro vivir que nuestra respiración sean hilos de vida que después de venir de ti, regresen de nuevo a ti, convertidos en formas incesantes de amistad y amor, en bendición.
Todo lo que tenga vida debe alabarte, debe darte el honor, y nosotros criaturas humanas, debemos de buscar que nuestros hechos y acciones sean una proyección del amor y gracias que tu mismos nos transmites.
Sea la gloria y el honor para ti Señor, que mi alma se contriste al oírte hablarle por medio de la canción con que te alaba diariamente el pájaro que desde la cumbre de su árbol levanta con energía su pico, por el cual podemos apreciar la alabanza mas hermosa sobre la tierra.
Que mi alma Señor, se sienta por siempre descansada en ti, y que al sentir el latido de tu corazón en nuestros pechos, podamos anhelar el momento de ir a formar el coro de tus Ángeles que sin cesar por toda la eternidad están en tu compañía.
Que nuestro día y todos nuestros días, tu puedas decir Señor, que se construye una alabanza que como tantas otras, van haciendo de mi vida, una hermosa melodía.
Amen.
Paz y bien.