Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Señor, ayúdanos a comprender que en los momentos de mayor apremio y de mayor desesperanza, es cuando mas tenemos que estar atentos a escuchar tu Palabra.
A través de todos nuestros sufrimientos y quebrantos, es como Tu llegas mas y mas cerca de nosotros, nuestro dolor, nuestro enojo, nuestra frustración por el fracaso o la adversidad, oculta la mayoría de las veces el mensaje que podemos vislumbrar, si así lo quisiéramos, pero nuestra mente se nubla y nuestros sentimientos corren como caballo desbocado evitando así, poder aprovechar al máximo el consejo.
Una persona llega y nos anima a seguir luchando, un evento, nos indica y señala por donde debemos caminar, una situación especial nos hace ver el llamado a la lucha que conlleva todo aquello sufrido, pero no escuchamos, no vemos simplemente nos dejamos llevar por el acoso del que busca siempre hacernos caer, en vez de escuchar de Ti Señor, que te manifiestas a través de tantos y tantos hermanos ( as ) y situaciones.
Cuantos de nosotros hemos conocido la impotencia que muestra nuestro espíritu al crujir de dientes que trae consigo, el momento de la prueba, Señor, haznos comprender que en aquellos momentos de aflicción y dolor, es cuando mas cerca te tenemos, cuando mas atento estas a cada uno de nosotros, que como buen Padre, siempre estas ahí.
Solo esperas Señor de esos momentos, que abramos el corazón, que abramos un poquito al menos, nuestro corazón que se convierte en piedra al menor atisbo de sufrimiento y dolor.
Solo esperas que nos abandonemos en ti, para entrar a depositar todo tu Espíritu en nuestro interior, en nuestra alma, y esperas que eso nos lleve a un clímax de esperanza, confianza y amor.
Ayúdanos Señor a comprender que aunque las vicisitudes del día a día, a pesar de que nuestro corazón se contrista, aunque no ataquen por todos lados Tu nunca nos dejas caer acabados o vencidos.
Porque tanto nos amas Señor, que continuamente señas tu trato de amistad con nosotros y te dejas escuchar en las brumas del silencio, para decirnos que escuchemos tu voz, en ella esta la salvación.
Amen.
Paz y bien.