Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Oye Jesús, querido hermano, venimos hasta Tu presencia, para alabarte y bendeciré, para darte el honor y la gloria.
Nuestros corazones hoy se regocijan pues sabemos que al igual que todos los días, podemos contar con tu presencia querido hermano nuestro, hoy queremos ponernos en tus manos, todo este día, queremos Señor adherirnos a Ti, de
tal forma que nuestras manifestaciones, nuestro actuar, nuestro pensar, nuestro caminar diario, sea un reflejo de Tu presencia viva en nosotros.
Queremos Señor, poder transparentar tu imagen, tu divina presencia, que el amor que tienes por toda la humanidad se vea reflejado en nuestras acciones y nuestros hechos.
Queremos este día santo, Señor, tomar un rumbo diferente, pero contando con tu auxilio, con Tu sabio consejo, queremos Padre bueno, ir paso a paso adentrándonos en el misterio mismo del orar perpetuamente, con nuestro hacer
con nuestro estar, con nuestra permanencia en el dolor y en el sufrimiento del hermano (a), sentir Señor, como paso a paso, vamos haciendo un camino de esperanza y paz, camino de bendición para todos aquellos que quieran Señor 
unirse a la caminata que vamos recorriendo contigo diariamente.
Vamos Señor como cuando tus discípulos iban camino a Emaus, y Tu te allegaste a ellos, quizás de momento no te reconocieron, como tantas veces nosotros, no vemos que vienes caminando y charlando con todos y cada uno de nosotros, quizás Señor al igual que ellos, podemos decir, pero y no sentíamos el fuego de El, en nuestros corazones ?
Y solo preguntarnos porque ?, que hizo que los discípulos no te sintieran, que no te reconocieran ?, quizás porque la desilusión, el temor, el supuesto fracaso que habían sufrido, pues su Señor, su Jesús había muerto hacía ya tres días y no había pasado nada y eso los llamado al fracaso y al sentirse defraudados.
Cuantas veces Señor nosotros actuamos igual, por no decir que siempre, vienen los apremios, vienen nuestras diferentes situaciones y creemos que nuestro amado Jesús esta muerto, que nada paso, que no resucito, no sentimos
como esta a nuestro lado dándonos la fuerza necesaria para salir adelante en cada situación, hermanos (as), El Señor venció la muerte por si no nos hemos dado cuenta, y esta en tu casa, en tu familia, en tu vecino, en el hermano que
te trata mal, Jesús resucito y tenemos que hacer lo mismo que hicieron nuestros hermanos de Emaus, se volvieron a su pueblo, en donde tanto habían vivido con Jesús, no será este hermanos (as), un momento muy especial para hacer lo mismo, volvernos a nuestro Jesús, regresarnos y replantear todo el camino que habíamos andado solos porque creíamos que Jesús había muerto ?, Sabes, quizás Jesús esta hablando en lo quedo a tu corazón y te está indicando por donde debes regresar, que caminos no debes tomar, porque hay peligro y asecha la muerte, solo ten quietud, apacienta tu espíritu y habla en el silencio con quien siempre a esta a tu lado y tanto ha esperado un cambio en nuestros corazones.
Amén.
Paz y bien.