Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Ante nosotros Señor esta la bendición, pero también nuestra maldición, por un lado tenemos el influjo de Tu Santo Espíritu llamándonos y orientándonos y por el otro lado al enemigo que se goza con las trampas y seducciones que suele ponernos y las cuales nosotros tan ingenuamente aceptamos. 
Toda una vida pasas hablándonos y te ignoramos, pero viene el enemigo y a la primera le creemos todas las mentiras que nos ofrece.

En estos días que estamos viviendo, es oportuno que tengamos un abandono interior, que nos retiremos en nuestro espíritu y reflexionemos sobre el significado de nuestra vida, sobre que estamos haciendo en nuestro peregrinar por esta tierra inhóspita que nos ofrece tantas y tantas tentaciones, vemos y vivimos como en una novela y no consideramos los riegos que esto tiene para nuestras aspiraciones espirituales.Quizás decimos que creemos en ti, decimos que te seguimos, pero en realidad seguimos y creemos en un dios mundano y pecaminoso, nos preocupamos enormemente Señor por mostrar un cuerpo y una posición social de primera, pero sin importarnos como puede estar nuestra alma, sería Señor, como comprar ropa nueva y estrenarla pero sin bañarnos y sin quitarnos el mal olor de días de sudor y trabajo.

Ayúdanos Señor para que reflexionemos en nuestro interior y que ilumines nuestras mentes y corazones para que podamos descubrir el tesoro que tenemos frente a nuestros ojos.

Es importante hacer un balance para mirar como caminan nuestros intereses materiales, pues también ese balance se puede hacer a nivel espiritual y así poder bajo la mirada de Cristo, evaluar nuestro progreso de santidad.

Nuestro corazón debe ansiar el momento de intimar contigo, querido Jesús, debe crece cada día en nuestro espíritu el deseo de compartir y convivir con el hermano (a) que al igual que nosotros, busca el momento de llegar hasta tus regazos para alabarte, bendecirte y depositar en ti, todas las debilidades del ser humano.

Sea para ti Señor la honra y la alabanza.

Amén.

Paz y bien.