Un minuto con Dios

Autor: Luis Céspedes Soto 

 

 

Que bueno Señor junto a mis amigos y amigas, te damos gracias por todo lo vivido en el fin de semana pasado cuantas cosas Señor que nos enseñaron, que nos moldearon, que nos alegraron y nos llenaron de ti.
Cuantas cosas Señor, que solo con tus ojos espirituales se pueden apreciar y se pueden valorar, en casa ráfaga de viento se sentía el rumor de tus palabras que vienen a nosotros como estrellas titilantes en busca de un lugar en donde ir anidar, como la lanza que sale de manos del cazador en busca de una presa, que en algunas veces se escurre y escapa de la afilada lanza, mas Señor yo considero que tus Palabras vivas como siempre, hacen sonar las campanas del alma, que algunas veces tal vez con un sonido sordo casi imperceptible por el óxido, se 
retuercen al toque de las manos del altísimo, de tu diestra, como el pintor que de la nada, hace salir el esplendoro paisaje en donde la belleza estaba oculta y solo esperaba que los ojos y las manos del experto, buscaran y escudriñaran
para que fuera patente toda esa realidad que no porque no se veía, era que no estaba.
Perdón también Señor por todos esos momentos en que me aparte de Ti, con ese pensamiento, con esa acción, con esa frase que se escapa de nuestros labios como cuchillos afilados en busca de una presa que la mayoría de las veces
es apreciada por nosotros.
Señor, gracias por este día, fresco y tranquilo en el que podemos beber Tu dulzura y podemos sentir el toque de esa mano amiga que extiendes para todos y cada uno de nosotros, si cerramos los ojos un instante y elevamos nuestra
alma y espíritu, podremos sentir en nuestra mejilla el aire tibio que haces al estar junto a nosotros, si dejamos un instante que el silencio nos abre, podremos escuchar como a lo profundo de nuestro corazón, Tu llegas y colocas dones y milagros para que los hagamos realidad en nuestros semejantes, si dejamos un momento nuestro interior, para que Tu llenes esos espacios, podremos sentir como Tu llegas como ese arco iris que es señal del pacto que tu tienes con nosotros.

Hermanos (as) Feliz día y feliz experiencia con Dios.

Amén.
Paz y bien