Un pare en el camino...

Autor: Kary Rojas

Libro: Almas gigantes

 

 

No somos veleros, que se dejan llevar por el viento, siguiendo la ruta caprichosa de la brisa que golpea la vela, algunas veces te conduce por aguas tranquilas, otras veces te lleva hacia la tormenta que agita tus maderos, buscando romperlos y hacerte naufragar; 

No somos caballos desbocados sin rumbo fijo, que corren sin dirección por el horizonte, sin saber a donde ir, ni a donde quieren llegar... 

No somos la palabra dicha, el verso escrito, el dibujo de otro, la meta que alguien más trazó... Somos simplemente, el sueño de Dios... 

Fuimos creados a imagen y semejanza de Aquel que nos soñó, pero aunque no somos perfectos, nuestra meta es hacer vida en nosotros la perfección de Dios. 

Somos barro dócil en manos de nuestro Padre Alfarero, que se rompe una y otra vez y se va dejando modelar, para que el Amigazo pueda hacer en nosotros, su sueño realidad.

No corras aunque sientas que tus pasos están seguros, recuerda que más vale dar pasos cortos y pisadas firmes, que logren dejar huella y llevarte a donde quieres llegar.

Es necesario hacer un pare en el camino, revisar el sendero que hemos recorrido, los momentos vividos, para trazar una nueva meta, la que más hemos querido. 

Y después de habernos sumergido en el fondo de nuestros sueños, al ver como se rompe nuestro barro y Dios empieza a construirnos de nuevo, cuando experimentamos el dolor de ver que hemos caído, que somos humanos y como tal sufrimos... 

Cuando nuestra fe se fortalezca a pesar de lo que hemos vivido, y podamos decir al Amigazo, Señor, te amamos y por ti Vivimos... Es ahí cuando nos levantamos y continuamos el camino, perfeccionando nuestro paso, trascendiendo a lo que soñamos y haciendo vida la misión por la cual existimos.. 

Ese es el arte de vivir, saber conjugar los verbos reír, llorar, amar, morir para resucitar una y otra vez, como el grano de trigo que su vida quiere entregar, y así muchos poder dar.