Letras que son latidos...

Autor: Kary Rojas

Libro: Almas gigantes

 

 

Al escribir, arranco uno a uno lo que muy dentro de mí he de sentir... 
Y no rebusco palabras, ni refino lo que escribo, solo plasmo en el papel, todo lo que vivo. 

Y dejo ver en cada hoja, el espejo de mi alma, no importa llore el corazón o reine en él la calma. 

Aquí sobran las miradas o el conocer el exterior, porque solo los ojos del alma pueden ver, lo que hay en el interior. 

El expresar la humanidad, no es debilidad... es lo que da mayor prueba de que luchas y enfrentas la vida con fe y paz. 

No importa que a veces llore o me sienta en oscuridad, todo esto hace parte de mis luchas y mi fragilidad... 

El oro pasa por el crisol para ser purificado, el trigo antes de ser pan, tiene que ser triturado, asumir todo esto con madurez y colocarlo en las manos de Dios, es lo que nos hace realmente crecer y alcanzar nuestra salvación. 

Con esto quiero, seas testigo de mi lucha y humanidad; y veas que no soy angel, sino un ser como tu, con fortalezas y debilidad; esto te hace partícipe de mis sueños de superación, y testigo de que mis logros son frutos de la fe que en el Amigazo he depositado. 

Quizá a veces mis escritos te den impresión de inconformidad, angustia y depresión, o que no acepto con paz mi situación; no es eso, es simplemente el deseo de ser cada día mejor y no caer en la rutina, monotonía, conformismo ni desilusión. 

Soy feliz de ser lo que soy, me doy la oportunidad de vivir a fondo cada situación, de reír, llorar, sentir temor, enojo o emoción... 

Lo importante es saber asumir cada momento, aferrada a la mano de Aquel que me creo y me refugia en su regazo, por eso le doy su lugar, le tengo un nombre mejor, lo llamo mi Amigazo. 

Esa es la vida que con mis letras escribo, con ellas te muestro que vivo, que pase lo que pase, no pierdo la razón, porque tengo plena confianza en Dios, mi Amigazo y Salvador.