El primer sueño... la vida

Autor: Kary Rojas

Libro: El fabricante de sueños

 

 

Mi vida fue el resultado del amor que entre tu y mamá existía; un amor tan grande, capaz de soportar cualquier prueba por muy fuerte que fuera...

Hiciste posible el Primer sueño, el más grande de todos, la Vida... colocando tu granito de arena para que yo viniera a este mundo, y así poder hacer realidad tus sueños y los míos... 

Aunque no fui como todos, tus ilusiones en mí crecían; sé que muchas preocupaciones te ocasioné; y que sufriste al pensar que yo tal vez, mucho, no viviría... Pero nunca te diste por vencido, fabricaste en mí el gran sueño de la vida, para que mi corazón no dejara de latir, y así no dejar de soñar con vivir...

Desde el principio hice parte de ti, y tú de mí... con orgullo le decías al mundo que yo era tu hija, no te importaron las miradas, tu corazón de amor por mí se hinchaba, yo por amor a ti crecía. 

Cuántos recuerdos se borraron de mi mente, pero tu amor dejó huellas que permanecen por siempre, porque me fabricaste el más grande de los sueños, la vida... 

Te convertiste en instrumento de Dios, aceptaste la misión de ser mi protector, aquel que me guió y mis sueños fabricó..

De tu mano aprendí a caminar, de tu boca y la de mamá aprendí mis primeras palabras; de tus ganas de vivir, aprendí a amar la vida; de tus sueños en mí, aprendí a soñar. 

Y aunque estaba en un mundo demasiado grande para mí, contigo no tuve nunca miedo de vivir... porque contigo todo parecía más fácil, no existían los imposibles, le diste un motivo a mi corazón, para que no dejara nunca de latir. 

He ahí tu primera misión, enseñarme a soñar con vivir, aunque todo pareciera difícil, aunque el mundo dijera que muy pronto yo podía morir... yo no lo sabía, yo nada entendía, solo recibía el amor que de ti y mamá venía, sobre todo esa fe en papá Dios, que invencible te hacía. 

Gracias papá por fabricar en mi, el sueño de la vida; porque me diste la oportunidad de vivir, le diste motivos a mi corazón para no dejar de latir... Gracias por amarme más que a nada en la vida... no me lo decías, pero lo sentía; no podías negarlo, el mundo entero lo sabía... 

Tu hiciste realidad en mí, el sueño de la vida...