Alfarero...

Autora: Kary Rojas

Libro: Alfarero rompe mi barro...

 

 

Así como cada obra se concibe en la inspiración del artista, de igual modo cada vida toma forma y figura en la mente de Dios... 

Del barro modela la nueva criatura, cada una con su propio molde, única, original... 

Escoge un vientre, que se convierte en cuna y protección, y ahí la sigue formando, haciendo derroche de imaginación; 

Deposita en ella todo su amor, sopla su aliento y en él le entrega su Espíritu, sentimiento y razón. 

Al nacer el mundo es testigo, de un nuevo milagro del Creador, en el cielo se enciende una nueva estrella, otra muestra del amor de Dios. 

La obra no se concluye, se va formando en las manos de Dios... y así como el alfarero, El la contempla, la va modelando, dándole forma, dando riendas a su imaginación...

Eso somos en las manos de Dios, barro que se modela, toma forma, expresa en sí misma el sueño del Creador. 

El barro se rompe, es frágil, más aún cuando intenta desprenderse del artista... 

Pero él no abandona su obra, la va perfeccionando con su inmenso amor, toma los pedazos que se han roto, los amasa de nuevo, reconstruye el jarrón...

¡Cómo duele ese rompimiento! ¡cómo duele tener que cambiar!, pero es necesario para mejorar...

Muchas veces el barro se rompe en manos de aquellos que intentan destruir lo que Dios creó, pero el hombre jamás podrá reconstruir lo que con odio destruyó.

Aquello que rompemos, jamás nos quedará igual, así intentemos pegarlo o reconstruirlo, siempre quedan cicatrices de lo que sucedió...

Solo Dios sabe dejar perfecto, aquello que estaba imperfecto, solo sus obras no tienen cicatrices, solo El puedo reconstruir lo que estaba destruido. 

Esa es la vida, el ir por el mundo, siendo modelo del amor de Dios, mostrando con nuestro existir su obra, gritándole al mundo que somos su más perfecta creación.

Y al avanzar nos va dando forma, nos modela con su amor... rompe lo imperfecto, empieza de nuevo, construye en nosotros su sueño, dando rienda suelta a su imaginación...

Nuestro barro no debe endurecerse, sino ser siempre dócil en las manos de nuestro Dios alfarero, para así hacer realidad su mayor sueño, y ser la mayor muestra de su amor de Padre creador. 

Dios sí que es un artista, todo lo bello del mundo El lo creó... 

El nos imaginó así como somos, y en la vida, su mayor regalo nos dio... 

Cada segundo que vivimos se hace realidad un milagro, el gran milagro del Amor de Dios, porque nos da la oportunidad de seguir viviendo, de poder disfrutar todo lo que para nosotros Creó.

Tu vida es un regalo de Dios para mí, a través de Ti, El me dice cuánto me ama. 
Gracias por existir, gracias por dejarte modelar por El, gracias por salpicarme de tu barro, porque con El me has ayudado a crecer, y me invitas a volver a las manos de mi Creador...