Desde las alturas

Autora: Kary Rojas

Libro: Almas gigantes



Desde lo alto, solo puedo ver la copa de los árboles, y no logro divisar la raíz y el tallo que los sostienen y le dan vida.

Sentí las nubes muy cerca de mí, pero no podía contemplar del cielo su grandeza. 

Vi a mucha gente por debajo de mí, no podía ver sus rostros, no lograba percibir lo que su mirada reflejaba; y aquellos que a mi lado caminaban, lo hacían con miedo de caer, porque saben que desde arriba, el golpe duele más y es mucho más difícil levantarse y volver a empezar. 

Desde lo alto, todo parece más fácil de alcanzar, sin demasiado esfuerzo; por lo tanto no me tengo porque esforzar, y el cielo puedo tocar tan solo levantando un dedo.

La gente de abajo se esfuerza, lucha por hacer realidad sus sueños, sin sentirse del mundo los dueños. 

Desde abajo puedo ver el tallo, la raíz de aquel enorme árbol, y puedo descubrir en cada criatura la grandeza de Dios, Padre y Creador eterno. 

Hay quienes al crecer, extrañan lo que hicieron cuando eran pequeños, porque todo les asombraba, era fácil ser feliz, y cada día surgía un nuevo sueño. 

Desde abajo, el ser humano logra extasiarse contemplando el firmamento, detallando cada estrella que adorna e ilumina el cielo, admirando el vuelo de las aves, descubriendo en todo ello la grandeza de Dios y la inmensidad de su amor. 

Desde abajo, puedo ver la semilla morir para nacer de nuevo; ver a un niño aprender a caminar, caer y levantarse otra vez, hasta poder correr. 

Desde abajo no me canso nunca de luchar, porque no dejo soñar; cada día me esfuerzo por ir mas allá... 

Yo quiero llegar muy alto, pero por mi propio esfuerzo, sin olvidarme nunca de ver el mundo desde abajo, y seguir contemplando la grandeza del cielo...