Tener un hijo

Autor: Juan Carlos Pisano

 

Tener un hijo es ver cumplida la promesa

del amor que se busca día a día;

y es encontrar el fruto de esa búsqueda,

en la unión que se engarza con la vida.

 

Es soñar ser uno solo, en la pareja

y lograrlo, fundidos para siempre.

Es mirar con sencillez en un espejo

y descubrirse los dos que allí se quieren.

 

Es encontrar en los labios de un pequeño,

las palabras que se enseñan con ternura;

y es emprender el viaje riguroso

hacia el destino eterno en su hermosura.

 

Tener un hijo es ilusión de espera mutua;

es recorrer el recóndito paraje

del espíritu que estrecha manos puras;

es escuchar miles de voces confundidas,

y el corazón que distinga sólo una.

 

Tener un hijo es desear,

para el mundo que camina,

un compromiso de entrega y paz futura;

es abrirse el capullo de la madre

y el hombre acompañar, presencia muda.

Tener un hijo es el don maravilloso,

de un milagro que se hace día a día;

es el sueño del tiempo más precioso,

que se alcanza pasando por la vida.

 

Es asistir a la mezcla más divina

entre el hombre y Dios que se regala;

es abrigar la calidez de una mirada

que fue simiente y ahora es cuerpo y alma.

 

Tener un hijo

es canción y es infinito;

es silencio, es magnitud, también bullicio;

es sentirse entre los hombres, repartido,

siendo carne de la carne de ese niño;

es tener, visible a los sentidos,

la figura real de dos cariños;

es, en pocas palabras, amor mío:

verte a vos, en un rostro, allí, conmigo.