Domingo XI del Tiempo Ordinario, Ciclo A

"Id y proclamad... El Reino de Dios

Autor: Padre José Rodrigo López Cepeda 

 

 

En el Caminar del tiempo ordinario, volvemos de nuevo a la lectura seguida del Evangelio de San Mateo. Y comenzamos por el "Discurso Misionero"

El Evangelio destaca dos cosas importantes.

- El corazón grande y compasivo de Jesús 

- La invitación a los discípulos, a que participen de este sentimiento, colaborando en el trabajo por extender el Reino.

"Al ver a las multitudes se compadeció de ellas"

Es el rasgo más saliente de Jesús. Se compadecía de las necesidades materiales de las gentes y del abandono espiritual en el que vivían... "Como ovejas sin pastor" por eso da de comer a los hambrientos, se acerca a los que sufren, defiende a los desheredados y a los niños, llama bienaventurados a los pobres, cura a los enfermos, resucita a los muertos, invita a los ricos a que compartan sus bienes, hasta cambia el agua en vino, para que no falte la alegría en aquella boda de Caná.

La impresión, que les queda a los Apóstoles, después de tres años de convivencia, es que "paso por la vida haciendo el bien" Luchó contra el mal, alejando los "espíritus inmundos" y multiplico el bien "curando enfermos"

"Rogad al dueño de la mies, que mande obreros a su mies"

Rezar es la primera invitación del Señor. La oración siempre compromete al que reza. Pero quiere el Señor, ademas que las súplicas de los creyentes, muevan el corazón amoroso de Dios para que siga llamando a hombres y mujeres al compromiso de darse a los demás.

Que surja desde la fe, voluntarios que se comprometen seriamente en el servicio de los otros y misioneros, sacerdotes y seglares, que anuncien a Jesús y construyan su Reino en el mundo. 

"Llamo a los doce ... y les envío"

No se conformo con dolerse de la situación en que veía a la gente, ni con la invitación a rezar, llamó y envió a los suyos, a los Apóstoles y más tarde a los discípulos. En nuestro lenguaje diríamos, que llamo y envío a todos por igual Sacerdotes y Laicos, juntos, como uno solo. Un solo Dios, un solo Señor, un solo Bautismo....

"La Iglesia continuadora de la misión de Jesús" 

Todos en la Iglesia, desde cualquiera que sea nuestra labor, tenemos que mirar al mundo con el corazón compasivo de Jesús. 

La Oración es el primer deber y necesidad para todo cristiano, sin el dialogo amoroso con Dios, no hay obra por mas buena que parezca que sea de él.

El compromiso en la ayuda humana a los hermanos. Desde acompañarles en su soledad y echarles una mano en lo que podamos, colaborando en cualquier Voluntariado social, en el que podamos dar generosamente, sirviendo a los otros con los carismas que Dios nos ha querido regalar a cada uno de nosotros.

Queridos hermanos de la lista. No olvidemos nunca las palabras del envío de Jesús: "Id y proclamad el Reino de Dios" Con el Testimonio de la vida diaria, con los valores del Evangelio: amor, generosidad, paciencia en la contrariedad, perdón, silencio generoso, devolver el bien por el mal, olvidar las ofensas. Y con la Palabra y desde ella tenemos que proclamar a Jesucristo.

Que Santa María, la Virgen del Sí, nos ayude en este compromiso de seguidores y testigos fieles. 

Con mis pobres oraciones