Domingo III de Cuaresma, Ciclo A

Transfiguración del Señor
Autor: Padre José Rodrigo Cepeda

 

 

La Cuaresma camina hacia la meta triunfal de la Pascua. Ese día, con el Espíritu del Resucitado, renovaremos nuestro Bautismo. Afirmaremos nuestra fe en Jesucristo, el Señor y renunciaremos al mal: al pecado y todas sus seducciones... Naceremos como hombres nuevos, que quieren hacer un mundo nuevo. Y hoy, para animar nuestro camino, el Evangelio nos manifiesta un vislumbre de la gloria del Señor, en la Transfiguración.

El Evangelio.

"Se llevo a Pedro, Juan y Santiago a lo alto de una montaña para orar" En la Biblia muchas veces Dios se manifiesta en la Montaña. Cercanía de Dios, soledad y oración. Hace algún tiempo, pude estar físicamente en esta montaña de Israel y en ella hay sin lugar a dudas un aló de cercanía de lo Divino. Como en este Evangelio. Los tres elegidos habían sido los únicos testigos de otros momentos como: Cuando resucitó a la hija de Jairo y en Getsemaní. Sólo los tres, porque había que mantener el misterio de la gloria de Jesús hasta la revelación Pascual y tres testigos eran más que suficientes.

"Mientras oraba.... su rostro cambió... sus vestidos brillaban de blancos..."

El mundo de Dios contado con nuestras palabras: blancura, luz, esplendor, asombro. La oración era el mejor momento para esta transformación.

"Conversaban con El.... Moisés y Elías, que aparecieron con gloria y hablaban de su muerte en Jerusalén" Son dos figuras señeras del A.T. También habían pasado horas difíciles y ahora están glorificados. Sólo Lucas nos dice el tema de su conversación: su próxima muerte en Jerusalén

"Pedro y sus compañeros se caían de sueño y espabilados vieron su gloria" También se dormirían en Getsemaní.

En el Tabor despertaron más agradablemente, Pedro dirá: "Maestro que hermoso es estar aquí. Haremos tres tiendas"

"Una nube les cubría... una voz decía... Este es mi Hijo... el escogido, escuchadle" La nube era una señal bíblica de la presencia del Señor (Exo 40. 35) El Padre presenta a su Hijo con palabras de Isaías (42. 1) Destaca su misión profética, por lo que dice: "Escuchadle" San Mateo termina, con aquella frase llena de cercanía del Maestro para con sus discípulos y en ellos a nosotros a través de los siglos: "Levantaos, no tengáis miedo"

Consignas para la Cuaresma.

1.- Ante todo Jesucristo. "Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle" Es el objetivo primero de la Cuaresma y de siempre. Un Jesucristo creído, conocido, vivido, celebrado, comunicado. Tenemos que estar con el oído abierto a toda Palabra del Señor.

2.- Oración y contemplación. "Los llevó a lo alto de la montaña para orar" La Cuaresma tiene mucho monte que invita a la oración . El ritmo de silencio y de oración tiene que marcar este tiempo. Madrugar un poco, la Misa de cada día, el Rosario, el Vía Crucis de los viernes.... cada uno sabe que es lo que mejor le va en estos días para preparar la Pascua.

3.- Dios en la calle. "Que hermoso es estar aquí Hagamos tres tiendas. No sabía lo que decía" San Pedro quiso encerrarse en ese momento. No seguir adelante. A Dios no se le encierra en el Templo. Hay que encontrarlo en la vida: en el trabajo, en los hermanos. Mucha gente no pisa nunca la Iglesia. Solo puede conocerlo en la calle. Necesita muchos testigos como nosotros.

Queridos hermanos de la Lista. Recordemos siempre aquella palabra de San Pablo, y que se cumplió a las mil maravillas en María, nuestra Madre

"El transformara nuestra condición humilde, según el modelo de su condición gloriosa, con esa energía que posee para someter todo"

Con mis pobres oraciones.