Retiros Espirituales

Octubre-Diciembre 2002

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística

                  

     

Desde hace veinticuatro años (1979) seis amigos sacerdotes nos reunimos dos veces al año para celebrar retiro espiritual. En verano, cuatro días. En Pascua, una mañana. Te ofrecemos aquí varios puntos de nuestro retiro, con el fin de que te pueda ser útil.

1.- La conversión de San Agustín la concedió el Señor a Santa Mónica después de diez años de insistencia en la oración. Y... ¡qué conversión fue! Por eso, me parece, que insistimos demasiado poco en la petición sobre personas a convertir. Nos suele parecer que con pedirlo una sola vez y de forma rutinaria... Y Mónica lo pedía una y otra vez, con lágrimas, con gran confianza. El Señor lo concedió con creces; no fue una conversión pasajera, sino total. Me viene ahora la memoria aquella promesa del C. de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque: Daré a los sacerdotes verdaderamente devotos la cualidad de que conviertan aun a los pecadores más endurecidos.

2.- Dios, nuestro gran ideal; nuestro primer paso. El dinero, el sexo y el poder son ideales del mundo. El mundo está loco. ¡qué distintos los ideales de los santos! Enamorados de Dios, de la Eucaristía; nos invitan a seguirles. Y Cristo me pregunta: - ¿Quieres elegirme como el gran ideal?

3.- Te pedimos, Señor, seguirte como ideal nuestro. Jn. 1, 36-38. "Este es el Cordero de Dios... Sintieron los Apóstoles que aquel hombre les llenaba la vida, era su gran ideal. No tendremos miedo a permanecer en el seguimiento de Cristo. ¿Venís conmigo? ¿Confiáis en mí? ¿Estáis contentos conmigo? ¿Sentís urgencia de seguir a Cristo? ¿Quién es Dios para ti? ¿Ocupa alguien su lugar? ¿Es más importante Dios que el mismo trabajo apostólico? ¿Cuándo llegará el día en que sólo Dios me baste?

4.- Lo más importante no es que yo te comprenda, sino que Tú me comprendas. Lo más importante es no que te ame con todas mis fuerzas, sino que Tú me amas; que me amaste mucho antes de que yo te amara a ti. Ahora escuchamos con verdadera unción de espíritu la recitación íntegra del Cántico Espiritual por J.I. semitonado. Merece la pena recitarlo así despacio.

5.- Siempre suelo recordar los momentos de mayor intensidad de amor: entonces parece que no se siente el dolor. Cuando uno arde en amor, no sufre. Esta es la realidad. Vete a decirle a un novio que llueve y hace frío, que se quede en casa si ve a su amada. No hará caso. Lo mismo ocurre con el fervor. Javier ni sentía el frío en los pies en una gran nevada, cuando recorría los campos en el Japón. Hemos de ponernos a los pies del Maestro y suplicarle un poco de ese amor que dio a sus santos, para que no andemos tan retraídos en la entrega a El y a nuestros hermanos.

6.- "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles" ¿Quién trabaja edificando? Muchos predican la Palabra de Dios, pero El sólo construye. "Siervos inútiles somos". Antes también trabajaron otros, pero si el Señor no hubiese edificado la casa... El edifica por dentro, da consistencia a todo. Por eso nuestra responsabilidad de antes y después de actuar y mientras actuamos, permanecer unidos a Dios, integrados en su labor. El abre el entendimiento y aplica nuestro sentido de fe.

7.- Ponemos a Cristo en un trono humilde; nos tomamos esta confianza por amor. ¿Cómo nos atreveríamos de lo contrario? ¡El, que no cabe en todo el mundo...! Él nos lo sugirió por amor al venir a este mundo en el seno de una Virgen - Madre. Cuando te contemplo en la Hostia Santa, estás glorioso... en cuerpo y alma resucitado. ¡Mi gozo, mi fuerza, mi amor, mi paz! Tú eres el centro de la Historia y de nuestra propia historia.

8.- Hombre de oración, sacerdote de oración. Mil veces más la oración que los libros. ¡Nada en comparación de la oración! Delante del Sagrario, abiertas las puertas del cielo. Sacerdotes, hombres de oración. Nada puede suplirla, ni el entusiasmo, ni la preparación intelectual. Hablar a Dios en favor de los hombres; nunca podremos transmitir, si no hemos hablado con Dios. ¡Cuánto materialismo, comodidad en tanto sacerdote! Si la predicación no está amasada en la oración, "címbalo que tañe". Evitar la mera emoción del actor o el mero empeño del abogado. Sólo la palabra de un hombre en oración da vida en abundancia.

9.- Si no tienes la fuerza de orar, escucha una oración, escribe una oración. Di si estás triste: "¿Por qué estás tristes, alma mía, por qué te conturbas? No te quedes plantado en la tristeza. Espera en Dios. Entra en tu cámara, y cerrada la puerta, ora a tu Padre en secreto; y tu Padre que ve en lo escondido, te recompensará. Cuando deseas orar y nada te sale, entra; crea ambiente; cállate; y vendrá el descanso de Dios. Como cuando no tienes ganas de escribir, y estás junto al papel en blanco. Cerrar la puerta de la habitación y la puerta de los sentidos. Busca la presencia de Dios con atención amorosa. La recompensa será paz y sosiego en estos momentos; méritos para la eternidad. La Iglesia necesita sacerdotes o apóstoles seglares que busquen a Dios de par de mañana y no tengan prisa de dejarlo, cuando están con El.

10.- "¿Quién me separará del amor a Cristo? Ni la muerte, ni la vida, ni el presente, ni el futuro podrán apartarme del amor a Dios".

11.- Toma, Señor, posesión de nosotros. Gracias, Señor, por todo lo agradable y por todo lo que me ha hecho sufrir. Junto a ti, Señor, todo es bueno. Todo estamos dispuestos a recibirlo. Gracias por todo, por los amigos, por la fe, porque te conozco y amo. Ahora pronunciamos despacio y con gozo el nombre de Jesús, mi gozo y mi fuerza., mi amor, mi paz. Haz que arda mi corazón en tu amor.

12.- Mantener en nosotros y para los demás la luz de Cristo. El que me sigue, no anda en tinieblas. Evangelizar; pasar la luz de la lámpara encendida y encender la lámpara apagada. "¡Ay de mí, si no evangelizare!"

15 .- Perseverancia. Seguir en la oración, aunque nos venga el cansancio o el hastío. En este último rato te pedimos la perseverancia; que nunca nos cansemos de estar contigo. Que si otro año más ( y van 26) nos volvemos a juntar, podamos darte gracias porque hemos avanzado y seguimos mejor en tu camino.

EXAMEN PRÁCTICO 

I) LUCHA CONTRA LA IMPERFECCIÓN

- ¿Practico el examen particular para luchar contra mis faltas?

- ¿Procuro conocerme a mí mismo? ¿Qué medios uso?

- ¿Cada cuanto tiempo me suelo confesar?

- ¿Me confieso también de imperfecciones?

- ¿Si echo la vista atrás, tengo las mismas imperfecciones que hace uno o dos años? ¿Cuál es la causa de avanzar poco?

- ¿Se me van filtrando los criterios mundanos?

- ¿"Paso" de las burlas e indiferencias de otros, cuando quiero ser mejor?

- ¿Soy aficionado a diversiones?

- ¿Me aparto de las ocasiones peligrosas?

- ¿He avivado mi fe para superar criterios del mundo?

- ¿He sabido vencer el respeto humano?

II) TENTACIONES Y OCASIONES.

- ¿Vigilo mis sentidos y aficiones? ¿Logro controlarlos?

- ¿Cómo limito la afición al dinero?

- ¿Veo y miro todo lo que se ofrece a mi vista?

- ¿Quiero escuchar todo, enterarme de todo?

- ¿Practico el vigilar y orar para no caer en la tentación?

- ¿Cuando se trata de tentaciones pertinaces, practico la resistencia indirecta? (Apartarse, distraerse).

- ¿Acudo a la Virgen María?

- ¿Si caigo en tentaciones, sé pedir perdón y levantarme con ánimo de seguir adelante?

- ¿Aprovecho mis faltas para el ejercicio de la humildad?

 

III) LUCHA CONTRA LAS PROPIAS TENDENCIAS DESORDENADAS.

- ¿Cómo has controlado hoy la tendencia insaciable de gozar?

- ¿Has considerado el placer como un medio para servir con mayor alegría al Señor, más que un fin?

- ¿Buscas el placer como fin?

- ¿Practicas la mortificación para robustecer tu voluntad?

- ¿Vas más allá de los justos límites en el placer de la comida y otros gozos honestos de suyo?

- ¿Buscas lo sensual incluso en lo espiritual?

- ¿Has mortificado hoy en algo tu vista, oído, olfato, gusto y tacto?

- ¿Has buscado en algo hoy tu afición al sufrimiento por amor a Jesús?

- ¿Has pensado en algún momento en la pasión de Cristo, cuando te arrastraba tu sed de gozar?

- ¿Practicas la confesión con humildad frecuentemente?

 

ADVERTENCIA FINAL

PARA NOSOTROS ES MUY IMPORTANTE EL RETIRO

Necesitamos dedicar un día al mes al retiro espiritual: medio día en soledad al menos relativa. Día de revisión, de meditación de encontrarnos más próximos a Dios. No es necesario hacerlo varios juntos; bueno sería, pero no siempre es posible. Cuando se hace solo es más "desierto".

Estar sobre todo ese día como la esponja en el mar, sumergidos en Dios. Que las aguas de su amor nos vayan penetrando por esos poros tantas veces ajenos al Señor. Permanecer envueltos en el silencio exterior y sobre todo interior. Dentro de su paz.

Pero no creas que el enemigo de tu paz te va a dejar en perfecto sosiego. Quizás te suscite inquietudes acerca del pasado o del futuro; quizás cunda en tu alma el desaliento o la tristeza. Por eso no vayas a pasártelo bien en esa especie de unción romántica. No vayas a gozar; vete a buscar a Dios. Y tampoco vayas con temor a fantasmas. Pero ayúdale a Dios a que te ayude. Desecha los pensamientos deprimentes, pero sin ponerte a dialogar con ellos. Dile al Señor: ¡Señor, yo te amo; en Ti confío y creo en tu amor!

Mucha gente practica el retiro mensual. Incluso gente trabajadora lo hace con el plan Zen o yoga cristiano. Los conozco, aunque no he estado todavía con ellos.

TERMINAR EL RETIRO DANDO GRACIAS A DIOS POR TODO; PEDIRLE PERDON DE LAS LAGUNAS; HACER PROPOSITO FIRME. Y NO OLVIDAR DE DEDICAR BUEN RATO A LA ORACION DE PETICION. EL PRÓXIMO RETIRO D.M. ENERO 2003 O AL VEZ ANTES.