Ideas para Meditaciones

Octubre 1999

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística

                  

     

01.- Amar a Jesús, pues el nos amó primero. Obras. Se ofreció en sacrificio. Sacrificarme por mis compañeros , por mi famlia, por mis semejantes todos..

02.- Con María, por María, pedirle a Jesús el don de oración, el don de Abnegación, la perseverancia final y celo por la salvación de las almas.

03.- Con confianza repetir muchas veces: "mi Dios os dará todo que os falta, según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." Fil. 4,19

04.- Con el evangelio de hoy mirar mi purificación profunda. No basta con tener limpias las manos: el corazón, el alma, la vida. Agua del costado de Cristo lávame.

05.- Confiar en el Señor. Decirle y repetirle: todo lo puedo en aquel que me conforta. Pero nada soy.

06.- Decir con san Pablo: he muerto a la ley por vivir para Dios. Crucificado con Cristo, ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi. Ga. 2,19-20

07.- Decir con san Pablo: sigo la perfección por si logro apresarla... Yo mismo fui apresado por Cristo.

08.- El Espíritu habita en nosotros. Somos templos suyos. Nos infunde el amor. Confesar a Cristo por Señor. Alegría.

09.- El Señor es uno solo y no hay otro fuera deEl. Amarlo "ex toto" y amar al prójimo por El. Vale más que todos los holocaustos.

10.- Engrandece mi alma al Señor. Ámete yo, Señor, fortaleza mía. Como el ciervo desea las aguas, así mi alma a ti, mi Dios.

11.- Gracias por la comunión. Verlo a Jesús en mí como en un sitial. Llamar a todas las potencias para que le reconozcan y reverencien... Y a los sentidos. Dolerme de no haberlos empleado para el.

12.- Hoy es la Virgen del Pilar. María la columna de nuestra fe. Ella creyó del todo. Sin silogismos. Repetir (del cántico de entrada de la Misa de hoy): "Columnam ducem habemus... = Tenemos por guía una columna, que no se aparte del Pueblo ni de día ni de noche.

13.- Gritarle en voz baja a Jesús como el ciego: Jesús Hijo de David, que yo vea. Señor, que mi fe me salve.

14.- Haz, Señor, que me adhiera a tus mandatos y no permitas que jamas me aparte de ti.

15.- Ir a la oración con atención renovada. Ver a Cristo en la cruz. Adorarle. Amarle. Agradecerle. Esperanza.

16.- Llamada. El Padre nos llama a su reino a... Gloria.. Vida honrada. A la comunión con el Hijo.

17.- Lo que tenia por ganancia lo reputo ahora como pérdida a causa del sublime conocimiento de Cristo.

18.- Mi Dios os dará todo lo que os falta, según sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús.

19.- Pedir a Jesús valor para entrar en su Reino. Confiar. Humildad al ver mis retrocesos. Confianza en él. Tú lo puedes todo, Señor.

20.- Que Cristo sea glorificado en mi cuerpo o por vida o por muerte. Repetirlo en la oración. (FIL. 1,20)

21.- Se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre. Fil. 2,7-

22.- Señor, ayúdame a beber como tú, la copa del sufrimiento. Ayúdame a decirte, sí. A hacer pequeños sacrificios para vencer en los grandes.

23.- Sentirme junto a María y a Teresa de Jesús, la enamorada de Dios. Pedirle el don de oración. Muy consciente. El don de abnegación. Muy consciente. La perseverancia final.

24.- Señor, que para mi sea, como para Pablo la vida Cristo y el morir, ganancia. (FIL. 1,21)

25.- Señor, que sepa corresponder a tu amor, aceptarlo. Que me deje seducir de ti. Unión autentica a tu amor.

26.- Señor, vivir siempre en tu amor, vivir siempre en tu gracia, amarte siempre como tú deseas.

27.- Todo lo tengo por pérdida a causa del conocimiento de Cristo, por cuyo amor todo lo sacrifico y lo tengo por basura. Fil. 3,8

28.- Todo salvado es un seducido por Dios... Seducido por Cristo. Que mi fe y unión con Cristo sean auténticos para ser yo un seducido por Cristo.

29.- Unirme a Cristo. Transformarme en Cristo. Semejantes a él. Humilde como Cristo. Paciente como Cristo. Pobre y casto y obediente.

30.- Visitar mentalmente los santuarios de la virgen: el Puy, Ibernalo. Angosto. Pirineos. Muskilda. Codés.

31.- Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi. Ser subyugado por Cristo, seducido por él.