Manso cordero
Autor: José María Lorenzo Amelibia
Pagina Web: Mística
Mi vida languidece.
Tristezas infinitas me dominan.
Muy densos nubarrones
Envuelven mi alma ya sin horizonte,
Mustia y cansina.
Acudo a Ti.
Y Tú ya en el Sagrario me esperabas.
Hondo respiro.
Tu paz bañada en bálsamo me alcanzas.
¡Rocía mi alma!
Servirte quiero.
Feliz me encuentro aun roto en mil molestias.
Jamás podrá la angustia destrozar mi navecilla.
¡Manso cordero