Eucaristía

Comienza ya

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística

                  

     

¿Has comenzado, hermano? Cuando nos saluda el nuevo año, el 2002, es preciso hacer un propósito eucarístico. El fervor empieza en la Comunión, continúa en el Sagrario, se consuma en la unión con Dios ahora en la tierra, y por siempre en el cielo. Siempre te ha de cautivar la espiritualidad eucarística. Seguro que conocerás alguna iglesia que permanece abierta la mayor parte del día: acude a ella. No te baste con lamentarte de las iglesias cerradas.

Ayer viajaba por tierras de Cantabria. En un lugar populoso encontré el templo abierto en las primeras horas de la tarde; en él un Sagrario. Un hombre estaba allí presente en adoración. Me arrodillé. Parecía el cielo. No conseguiría describir aquella iglesia, aquel tabernáculo, aquella imagen de María, nuestra Madre.

Pero Jesús está igual aquí que en le pueblecito más pequeño donde sólo se abre la ermita una hora a la semana.

¡Comenzar cuanto antes nuestro fervor eucarístico! Jesús no ha desaparecido de nuestra tierra. Él está encerrado en todos los sagrarios del mundo.

Practicar la devoción como Micaela del Santísimo Sacramento; ella nos guió en nuestro camino sacramental. Ella buscaba siempre la unión con Dios metiéndose en el mismo tabernáculo. Decía que las penas, las cruces, los trabajos, le forzaban a arrimarse al Huésped divino, y salía de allí con fuerza. Lo mismo hacía el Padre Nieto: todos los problemas los solucionaba con una visita ardiente a Jesús.

A veces nos parece demasiado simple eso de encontrar remedio con un cuarto de hora de oración a los pies del Maestro. Mi experiencia es que cuanto mejor me hallo en esta piedad sólida, tanto mayor alegría experimento y más puedo influir en el Reino. Los problemas se reducen porque: UNA SOLA COSA ES NECESARIA.