Eucaristía

Amor consciente

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística                  

     

Con amor se adornan los enamorados, con un amor consciente y obsesivo, porque descubrir un alma pareja con la propia, dentro de la paz, perturba dulcemente un tanto al exceso.

Con este amor punzante, dichoso, ardiente, descubrimos la entrega a Jesús hecho Eucaristía por nosotros. Hay que cuidarlo con mimo; ¡que no decaiga ! Que vaya transformándose en amistad amorosa, como el cariño de los esposos que se prometieron fidelidad perpetua. En el comienzo de este nuevo año, 2003, hemos de seguir descubriendo con amor de enamorados la entrega de Cristo a nosotros. Hemos de pedirle de una manera especial que sea Él gran amor de las almas que un día se le consagraron por la ordenación sacerdotal o episcopal, o por los votos religiosos.

El amor más fuerte presidió como ornato fundamental la institución del Divino Sacramento. Y el amor debiera presidir todas las mañanas en la comunión, y en las tardes, en la visita a Jesús, los momentos de unión e intimidad con El.

No se cansan los buenos esposos de quererse, y luchan contra la rutina familiar, recordando a menudo los inicios de su dulce aventura. Tampoco decaerá el fervor eucarístico del alma enamorada, si quiere a Cristo Sacramentado de una forma consciente, y recuerda con frecuencia su primera entrega.

Reflexión continua dentro de la amistad consciente: se engaña la razón cuando pretende captar una situación de pan que ya no existe. No se engaña el corazón, alentado por la fe, cuando se arrodilla ante la blancura de la Hostia Santa, y sigue mirando en ella al mismo Jesús que un día le robó el corazón.

Huye, amigo, de la rutina. Que tu amor sea entrañable y reflexivo, memoria y acto continuado de la primera entrega.