En el ameno huerto deseado

Pascua 1999

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística                     

 

Jesús ha resucitado!¿Por qué los cristianos se retiran a su morada interior, acomplejados por la indiferencia de los fríos en la fe?

¿El dulce sueño del invierno ha cubierto con negro manto a quienes un día disfrutaron del encuentro con el Señor?

Ya ha pasado el invierno. Se ha sepultado en la oscuridad de su tumba. Resucitó la Primavera. El Angel lo anunció: "No está aquí. Ved el sudario plegado sobre la losa, para quedarse como reliquia viva".

¡Despertemos de la modorra invernal! Cristo vive para siempre. ¡Aleluya! Dejemos nuestra cobardía e indecisión en los sepulcros del olvido. Vamos adelante. Como los Apóstoles. A la conquista del mundo.

Doce hombres decididos abandonaron su rutina. El Angel vino a sacudirles de su pereza triste: "Ha resucitado. No está aquí".

Vamos a rasgar nuestro vestido de hombre comodón, cobarde y caprichoso. Vamos a tomar la túnica de la decisión, de la vida intrépida, del amor a nuestro Dios Resucitado.

En el amanecer de una Pascua mi alma emergió de las tinieblas del pecado. En otra mañana pascual se enciende mi espíritu a la vida de la luz. Ya no existe la cobardía. ¡Abandona de una vez tu miedo a la verdad!

"¡A quien vosotros crucificasteis ha resucitado!" ¡Despierta! Así harás levantarse del sueño a tantos hermanos, creyentes un día, y hoy impasibles en su indiferencia.

Pascua, alegría, renovación. Salid por los caminos. Decidlo alto: Cristo ha resucitado. Verdadera es nuestra fe.