En el ameno huerto deseado

Paz a los hombres

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística 

 

 

He conocido éxtasis en la paz del campo de los días tibios de otoño. El aire transparente movía con mimo las últimas hojas lozanas. La aldea se hallaba serena. El silencio invitaba a dejar el espíritu como barca quieta en lago manso. La vida se detenía, sin que el tiempo resultara largo ni corto. Más bien parecía espejo de eternidad.

Así debió de ser la noche de Belén. No imagines frío ni ruidos; no pienses en nubarrones ni en negrura de tinieblas; contempla la luna llena, sonrisas de la Virgen y melodías acariciantes de ángeles músicos.

Adéntrate en la paz del misterio, peregrino que vas esta noche a Belén. Recoge tu espíritu, concentra la atención, como atleta antes de lanzarse a su carrera. ¡Cuántas horas perdidas en conversaciones sin fuste, en pasatiempos dañinos para el cuerpo y enervantes del alma!

La Navidad de este año va dejará en tu corazón el reposo de la paz duradera: como un atardecer sereno de gozo y esperanza.

Del sosiego junto al Señor, hecho Niño, sacarás fuerza para tu andadura de los días grises, de las noches sin luz, de las temporadas largas en el laboreo.

Descanse ahora tu espíritu en la paz de la Noche Buena y en la Comunión Eucarística de estas fiestas natales.

Hablamos con frecuencia del estrés de nuestro tiempo, del terrorismo y las guerras que sepultan en el abismo el bienestar de las naciones. Vamos nosotros a dar el toque divino de Belén a la convivencia con nuestra familia, amigos y compañeros.

La Navidad constituya el arranque dichoso de nuestra paz; ésta será la determinación única de tu alma en esta Pascua de alegría.Si recolectas la paz de tu vida interior, poseerás la riqueza de amor y lo darás a manos llenas dondequiera que estuvieres.

Largo es el año y corta la fiesta de la Navidad; pero es eterno el don de la paz que Dios otorga a cuantos se la piden para sembrarla en parecida parcela de la convivencia.

"¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!"