Reflexiones desde la debilidad

Entremos mas adentro

Autor:  José María Lorenzo Amelibia

Pagina Web: Mística                  

     

La niebla mañanera de la montaña no era triste. Vale la pena atravesar el bosque, cuando sabes que, más tarde, un sol radiante de primavera bañará tu piel de tibio calor.

Caminas, hermano, por los senderos de la oración entre densas brumas. El tiempo dedicado a la tarea divina te resulta largo. Quisieras ver claro, y sólo intuyes en la orilla lejana el rostro tenue de Dios.

Compañeros tuyos, gigantes antaño en el mundo de la vida espiritual, han abandonado la ruta de las alturas y rastrean ahora con ansia por las vías ambiguas del humanismo.

Sigue tú adelante. Camina con paso firme y seguro. Detrás de la oscuridad alumbran las estrellas. Y esa luz débil de entre las nubes, viene del mismo sol.

Allá arriba en la montaña, divisarás un paisaje de belleza, espejo del Creador. Comprenderás que también la bruma de los valles estrechos cumple su misión en el conjunto. Alégrate con tu Dios y Se&nti lde;or. Dentro de la fe, la Providencia te consuela con imágenes, caricia de su regazo amoroso.

­"¡Penetra más adentro en la espesura"! Las hojas tiernas, recién nacidas del agua y de la luz, aclaman al Creador, batiéndose en palmoteo con la brisa mañanera.

Escucha en el silencio del bosque el canto de los pájaros, acunando la soledad. El Señor en su amor lo ha dispuesto así desde el inicio de la creación. Eres el ser racional que ahora lo contempla. Déjate embargar p or la paz y el amor divinos.

"Penetra más adentro en la espesura... Y luego a las subidas cavernas de la piedra nos iremos que están bien escondidas; y allí nos entraremos, y el mosto de granadas gustaremos."