Sacerdocio femenino

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El Presidente Evo Morales, en su reciente visita al Papa Benedicto XVI, ha solicitado democratizar a la Iglesia para que las mujeres puedan acceder al sacerdocio.  ¿Por qué es improcedente esta petición?

1. El sacerdocio no es cuestión de dignidad, sino de función. No es un derecho, sino un servicio. Así como no es discriminatorio para el varón no gozar de la maternidad, tampoco lo es para la mujer no ejercer el rol del sacerdocio.

2. La mujer más excelsa de todas, la Virgen María, no recibió el sacramento de la ordenación ni formó parte del grupo de los doce apóstoles.

3. El sacerdocio no es una elección personal, sino una vocación, un don que Dios confiere a quien quiere. “No me habéis elegido a mí, soy yo quien los ha elegido” (Jn.15,16)

4. Por último, Juan Pablo II dejó tajantemente cerrado este tema en la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis, del 22 de mayo de 1994 cuyo texto dice: “En virtud del ministerio que me fue confiado de confirmar a los hombres en la fe, declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”.