La democracia

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El sistema democrático parece ocupar un puesto preferencial en los gobiernos mundiales. Hoy todos alaban la democracia sin importar que sean de izquierda, centro o de derecha. Sin embargo, la democracia en sí misma no garantiza el orden, la legalidad y el desarrollo de los pueblos. ¿Qué principios deben guiar a la democracia para que no se pervierta y degenere en un totalitarismo? El principio del respeto por la persona humana, desde su concepción hasta su fase final natural. Si el debate político se orienta por los intereses de partido, la democracia se convertirá en un sistema tirano. A nadie le extraña la presión que se ejerce en los congresos, el lobby que precede a los debates o cabildeo que se mueve entre los escaños. La globalización de las finanzas, de la economía, del comercio y del trabajo, jamás debe violar la dignidad y la centralidad de la persona, ni la libertad de los pueblos. Los pueblos no se pueden convertir en instrumentos de partido, sino en el fin y la guía de todos sus esfuerzos. A la hora de juzgar las propuestas políticas se debe mirar su orientación para no errar en la elección.