El fundador converso

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Esta mañana leo con sorpresa la siguiente noticia: “Gramsci, fundador del partido comunista italiano (PCI), filósofo y teórico marxista, encontró la fe católica en el momento de su muerte y recibió los últimos sacramentos. Así lo confirmó ayer en una entrevista a Radio Vaticano monseñor Luigi de Magistris, arzobispo de la Curia Romana”. Antonio Gramsci (1891-1937) además de ser un activista social, trabajó para la Komintern (la III Internacional comunista) en Moscú y Viena. “Gramsci tenía en su habitación la imagen de santa Teresita del Niño Jesús. Durante su enfermedad, las monjas de la clínica en la que estaba ingresado llevaban a los enfermos la imagen del Niño Jesús, para que la besaran. Como a Gramsci no se la llevaron, él se quejó: ¿Por qué no me la habéis traído?, les dijo. Entonces -afirma el prelado- le trajeron la imagen del Niño Jesús y la besó. Recibió también los sacramentos, volvió a la fe de la infancia”. La historia se sigue repitiendo incansablemente. Asocio este hecho también al proceso de conversión que siguió el ex presidente de Francia, Francois Mitterrand de matriz socialista que al final de su vida volvió también la mira a Cristo. Se ve que cuando está en juego la eternidad, mejor es revirar a tiempo.