Las ciencias divinas

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Acabo de leer un excelente estudio científico del padre Jorge Loring, S.I. sobre la Sábana Santa de Turín, el lienzo que cubrió el cadáver de Cristo en el sepulcro y donde ha quedado grabada su imagen. Este lienzo es la reliquia más estudiada científicamente en la Iglesia. Abundantes y convincentes son las pruebas que demuestran su autenticidad. Como se sabe, la NASA apoyó con tecnología y concluyó que es genuina. Es emocionante ver a través del holograma, la figura tridimensional de la persona de Cristo como fue en realidad: su altura, la fuerza de sus brazos y piernas; la brutal tortura a la que fue sometido según se percibe por los latigazos, la corona de espinas, la colocación de los clavos, etc. Sin embargo, la ciencia es un valioso auxilio que nos ayuda a creer, pero no lo explica todo, es más, deja siempre nuevas preguntas. Dios nos ofrece suficientes pruebas de su presencia y de su providencia, pero no quiere ser demostrado científicamente, porque no busca imponerse, sino ser aceptado. Por eso dijo que hay muchos que viendo, no ven; que oyendo, no oye. En las ciencias divinas, no se puede quitar espacio a la fe.