Simple lógica (III)

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El tercer sofisma utilizado para salirse con las suyas es la manipulación de los sentimientos. Se trata de mover al auditorio por lo que siente y no por lo que es verdadero y justo. “Hacer el bien y evitar el mal” es el principio moral más general que existe. Estaríamos de acuerdo en decir que el homicidio es malo; que robar es injusto; que la mentira es deshonesta; que la violencia es repudiable; que los vicios son abominables, pero todo esto se falsifica bien fácil con argumentos sentimentales. Tomemos por ejemplo el caso del homicidio. ¿Cómo justificarlo? Lo que han hecho por ejemplo con el aborto: que si la chica va a frustrar su futuro y la inocente va a sufrir con el embarazo, pues que aborte; que si fue objeto de violación y concibió, pues que aborte; que si el niño viene con malformaciones, ¿para qué traer al mundo un niño a sufrir? pues que aborte. ¿Ya vieron qué fácil se rompe con la moral? Con los argumentos sentimentales es posible justificarlo todo. Miren ustedes que emprender una guerra preventiva clama al cielo. Con esta lógica tendríamos motivo para masacrarnos unos a otros porque cualquiera es una amenaza potencial.