Diamantes de sal y agua

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

¿Qué son las lágrimas? Pequeños diamante de sal y agua que contienen los más preciados sentimientos que el corazón puede llegar a extraer de su interior. Las lágrimas son todas iguales, pero no todas valen lo mismo. Las lágrimas, junto con la sonrisa, son los gestos más sublimes del hombre, esconden siempre algo de misterioso y divino. Para un niño o un anciano son su único recurso ante su fragilidad e impotencia. Los hombres lloran poco, pero cuando lo hacen jamás lo olvidas porque te dejan marcado. Yo aún recuerdo el llanto lastimero de un amigo del colegio que estaba locamente enamorado de su novia cuando ésta lo dejó por otro. ¡Cuánto dolor me dio el verlo destrozado! Las mujeres, por el contrario, lloran con relativa facilidad. Será porque son más sensibles, más extrovertidas, menos pudorosas de compartir sus sentimientos pues lo hacen sin sonrojo. Sus lágrimas a veces son escudo y excelente recurso de defensa personal. ¿Quién podrá resistir? Pero de todas, las más bellas son la de una madre. Ellas te dan la certeza de que existe alguien que realmente te ama. ¡Qué maravillosas son las lágrimas cuando nacen del amor! Que nunca dejen de llorar las mujeres