Bolsos y bolsillos

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

En una tertulia de parejas se comentaba en tono jocoso sobre la diferencia que existe entre la psicología del hombre y la mujer. –El bolso y los bolsillos son un reflejo de ello- afirmó Javier. – El bolsillo representa lo metódico, práctico, enfocado y concentrado del hombre. Siempre llevamos en el mismo sitio la cartera, el pañuelo y las llaves del auto. El bolso, por el contrario, representa la dispersión, la novedad, el cambio, la intuición femenina. Allí se acomoda en diverso sitio el celular, los pañuelos, la cartera, las credenciales, las fotos familiares… así es la mente de la mujer que está en mil cosas a la vez. De hecho, si te llegases a encontrar con una mujer concentrada, esa sería un medio hombre-. Ironizó. A lo que Martha repuso: -¿Y entonces qué sería de un hombre disperso? -Sería… ¡un súper hombre! A las risas se sumó Joaquín con otro simpático comentario. – Yo no sé, pero qué difícil resulta contentar a las mujeres. ¿Quién las entiende? Cuando yo me casé tan pronto como salimos de la Iglesia mi esposa me dijo: Joaquín, quiero que sepas que no me gustó ni un cinco la forma en la que dijiste: “Si acepto”. ¿Será cierto?